Santiago Peña aseguró, entre otras cosas, que “Paraguay se reafirma como potencia media, con un rol central en la construcción de consensos y en el fortalecimiento del sistema multilateral"; y que “está de pie y listo para tomar su lugar en el concierto de naciones, no como mera voz periférica, sino como verdadero actor protagónico en la búsqueda de soluciones en los problemas globales".
También, alertó que “nuestros pueblos están hartos de promesas vacías, de declaraciones grandilocuentes que no se traducen en pan sobre la mesa, en seguridad en las calles, en educación para sus hijos. Como en cualquier relación cuya confianza ha sido rota, la clave para recobrarla es mostrar resultados".
Libertad de expresión
“Paraguay ve con enorme preocupación las restricciones al ejercicio de derechos fundamentales, como el acceso a la libre información y la libertad de expresión en algunos países hermanos, que ya son demostraciones palpables que la crisis es real y profunda", dijo Peña, antes de expresarse sobre la situación de Nicaragua y Venezuela.
Según el presidente paraguayo “lamentablemente, la situación en Venezuela se ha vuelto verdaderamente alarmante" y denunció la existencia de “violaciones sistemáticas de los derechos humanos y las libertades fundamentales se suman acciones contrarias al derecho internacional y la persecución a líderes políticos.
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Aseguró que “la crisis de la democracia no se resuelve con mano dura, ni censura, ni autoritarismo, ni mucho menos violencia. Debemos resistir a estos impostores atrayentes”, pues “la crisis de la democracia, como decía el filósofo italiano Norberto Bobbio, se resuelven de una sola manera: con más democracia” y “no con fantoches autoritarios, ni con odio o intolerancia. Debemos responder con más democracia, más república, más tolerancia, más diálogo, más derechos, más libertad”.

Ideologización radical
Peña manifestó que “penosamente” debía comenzar su discurso “recordando la anécdota del gran historiador alemán Theodor Mommsen, quien, al recibir el Premio Nobel en 1903, pidió a su público que no aplaudiera tras su discurso de aceptación: “los tiempos”, dijo apesadumbrado, son demasiado graves para eso”.
Añadió luego que “en estos días hemos visto que el mal, la ideologización radical, la intolerancia, son desafortunadamente reales, y están enraizados en ciertos sectores de nuestras sociedades". Y citó “las imágenes chocantes de dos cobardes e incomprensibles atentados políticos” ocurridos en Colombia, contra el candidato presidencial Miguel Uribe; y el ataque al estadounidense Charlie Kirk.
A criterio del mandatario paraguayo, los “valores, nuestra forma de vida misma, están en peligro. La idea de la democracia, venerable y genial creación del genio griego que nos permite un modus vivendi pacífico a pesar de nuestras diferencias, se encuentra en riesgo".
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Extremismo y polarización
Más adelante, enfatizó que no se debe subestimar “la gravedad de lo que está ocurriendo. Estos no son casos aislados: son patrones. Y la situación se ha venido agravando ante la mirada impasible de los gobiernos y de los movimientos políticos” y agregó que “la polarización y el extremismo, antes revelados sutilmente en textos y discursos, hoy se están materializando en actos de violencia reales. Hay una crisis de creencia en las instituciones: los ciudadanos ya no confían".
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Peña advirtió que “esa democracia que por décadas ha sido garantía de los derechos más fundamentales del ser humano, personificados en ese magnifico instrumento que es la “Declaración Universal de Derechos Humanos” – imperecedero logro del sistema de Naciones Unidas— está asediada por todos los cuarteles y espectros, tanto por la izquierda como la derecha".
¿Contra China?
Por otro lado, el presidente paraguayo, aunque no la mencionó abiertamente, lanzó una solapada crítica contra la República Popular de China, país asiático al que Estados Unidos busca frenar en su avance e influencia en los países de América Latina.
Paraguay es la única nación de Sudamérica que no tiene relaciones diplomáticas directas con China, pero el comercio, especialmente la importación de bienes, es fluido.
“Quiero poner de relieve una situación que va más allá de los conflictos armados, pero que reviste la misma gravedad”, dijo al enfocar su alocución a los asuntos económicos globales.
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“Enfrentamos una crisis silenciosa pero devastadora: el colapso de las cadenas de suministro globales. La pandemia nos mostró cuán frágiles eran. La guerra en Ucrania las tensó aún más. Y ahora, la fragmentación geopolítica amenaza con romperlas definitivamente", describió.
Peña expresó que “el mundo necesita urgentemente cadenas de suministro más confiables, más diversificadas, más resilientes", porque según dijo “no podemos seguir dependiendo de sistemas que colocan la eficiencia por encima de la seguridad, el costo por encima de la confiabilidad” y enfatizó que “no todas las asociaciones comerciales son iguales”, para luego advertir que “debemos ser cuidadosos con modelos económicos engañosos que vienen acompañados de autoritarismo político, vigilancia masiva y erosión de libertades fundamentales”.
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“Cuando aceptamos inversiones que comprometen nuestra soberanía, cuando permitimos que nuestra infraestructura crítica dependa de regímenes autoritarios, estamos hipotecando no solo nuestra economía, sino nuestra democracia", dijo.
Abogó por “una integración más profunda entre nuestros países, basada no solo en el comercio, sino en valores compartidos: el Estado de derecho, las libertades individuales, una economía de mercado libre, la defensa de la familia tradicional y el derecho a la vida desde la concepción del ser humano".
Sostuvo el mandatario que la “la política exterior del Paraguay no se basa en puros intereses, sino en esos valores y principios compartidos”.

Israel y Taiwán
Como ya lo hizo en otras ocasiones, manifestó su apoyo a Israel" que “tiene derecho legítimo a defenderse”, dijo, para luego enfatizar que el “antisemitismo, señores, como los hechos diarios lo demuestran, no es un accidente del siglo veinte: está vivo y fuerte. Forma parte de ese ciclo de violencia irracional y de odio del que hablaba al inicio de mis palabras".
En el mismo tono, pidió a una asiento para el República de China (Taiwán), con el que Paraguay mantiene relaciones diplomáticas. “Hay que decirlo sin ser tibios o pusilánimes: Taiwán merece un lugar en este foro”.
“Es una cuestión de estricta justicia”, insistió.
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“Paraguay mantiene con orgullo 67 años de relaciones diplomáticas con la República de China (Taiwán). Esta amistad, forjada en valores democráticos compartidos, ha demostrado que la cooperación entre naciones puede basarse en más que el mero interés. Seguramente esta decisión nos cuesta mucho económicamente, pero créanme: el valor de hacer lo correcto no tiene precio", aseguró.

Reforma del Consejo de Seguridad
Peña también exigió en nombre del Paraguay la “reforma del Consejo de Seguridad de la ONU” para que ”sea representativo”, recupere su “eficacia” y evitar “que se vuelva prescindible dentro de un multilateralismo que precisa dar soluciones a los numerosos conflictos actuales, tanto aquellos entre estados como los causados por actores no estatales”.
“Por eso, pedimos aquí posiciones más flexibles para que el Consejo de Seguridad vuelva a ser verdaderamente representativo en su membresía y recupere la eficacia en el cumplimiento de su misión", dijo.
Brasil viene reclamando la reforma del Consejo, y un asiento permanente junto a los cinco miembros: China, Estados Unidos, Francia, Rusia, y Reino Unido. También, existe otros 10 miembros no permanentes que son elegidos para periodos de dos años, por la Asamblea General.
En otro momento, reclamó la “eliminación del veto” en el Consejo de Seguridad, porque según su visión “dará más legitimidad al organismo y permitirá que la ONU, como organización universal, vuelva a ser protagonista en la determinación de las soluciones a los grandes desafíos que enfrenta nuestro mundo”.
El mandatario paraguayo realizó su tercera intervención en la ONU tras asumir en agosto de 2023.
La 80° sesión de la asamblea general de las Naciones Unidas inició ayer con los discursos del presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y el de Donald Trump, mandatario de Estados Unidos.
Partido Colorado
Luego de citar los conflictos sociales, bélicos y políticos que aquejan al mundo, el presidente Peña dijo que pese a que “el panorama que he presentado hasta aquí no es el mejor, incluso es sombrío. Pero he preferido hablar con la verdad, sin rodeos, para no subestimar la gravedad de nuestra situación actual. Y aún así, optimista de alma como soy, no puedo evitar decirlo: miro al futuro con esperanza".
Y avanzó que la “democracia debe demostrar que puede cumplir. Que puede generar prosperidad. Que puede asegurar la justicia. Que puede ofrecer esperanza. Que puede ser una democracia con rostro humano, con contenido social, como la que han defendido los grandes ideólogos de mi nucleación política, como Ignacio A. Pane, Juan León Mallorquín, Fulgencio R. Moreno o Juan León Mallorquín".
Según Peña, “todo esto lo ha venido demostrando mi Partido en función de gobierno del Paraguay en las últimas décadas: de que es posible crecer económicamente con justicia, con democracia y con derechos humanos”.
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Rey Felipe, Irán y Ucrania
Antes de Peña, en la sesión de la mañana, hablaron el rey de España, Felipe VI; el presidente de Irán, Masud Pezeshkian; el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski; y el mandatario de panameño, José Raúl Mulino, entre otros.