“Sea como sea, esperamos que el presidente Trump mantenga un compromiso sincero con el arreglo de la crisis ucraniana y siga fiel a los principios desarrollados en la cumbre de Alaska. Por cierto, basados en las propuestas estadounidenses”, dijo al intervenir en la III Conferencia Internacional de Seguridad Eurasiática que se celebra en Minsk.
Denunció que “los dirigentes de la mayoría de países europeos intentan con todas sus fuerzas persuadir a la Administración de EE.UU. de que renuncie a la idea del arreglo en Ucrania a través de la eliminación de las causas originales del conflicto en la mesa de negociaciones”.
“En Ucrania son precisamente los miembros europeos de la OTAN los que prolongan el conflicto armado al insuflarle a Kiev armamento y concederle apoyo financiero y político”, añadió.
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Lavrov volvió a negar que Moscú tenga intención de atacar a un país miembro de la Unión Europea, aunque admitió “no se divisan perspectivas de un diálogo significativo con la mayoría de los dirigentes en Europa”.
“La ampliación de la OTAN no se ha detenido ni un minuto”, señaló.
Cuando Moscú habla de los “entendimientos” y “principios” en Alaska, se refiere a que con vistas a esa cumbre Trump no exigió un inmediato alto el fuego, como sí había hecho semanas antes.
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No obstante, el jefe de la Casa Blanca ha recuperado ahora la demanda de que tanto rusos como ucranianos cesen los combates y, de hecho, la negativa a ello del Kremlin fue lo que motivó la cancelación por Trump de su cumbre con Putin en Budapest.
Durante su gira asiática Trump llamó a Putin a dejar de hacer ensayos con misiles y detener la guerra en Ucrania, exigencia que comparten Kiev y Bruselas.
Después de que Trump aprobara las primeras sanciones antirrusas de su segundo mandato, Putin celebró una reunión especial con el Estado Mayor en la que se informó de los grandes avances del ejército ruso en el frente, que han sido puestos en duda por Ucrania y los blogueros militares.