Rosalía Soledad Paniagua, una mujer paraguaya de 36 años, confesó durante el juicio oral en su contra haber cometido el crimen del empresario Roberto Wolfenson, de 71 años, ocurrido en febrero pasado en el barrio privado La Delfina, de Pilar, provincia de Buenos Aires, Argentina. La acusada aseguró que todo se desencadenó tras una pelea con la víctima, a quien —según su versión— intentó quitarle el celular por pedido de la esposa del hombre.
“Me siento avergonzada, ahora voy a decir la verdad. Me voy a hacer cargo de lo que hice”, expresó Paniagua en la audiencia ante los hijos del empresario. La mujer relató que el día del hecho, 22 de febrero de 2024, Wolfenson la sorprendió intentando tomar su teléfono, momento en que se habría producido el forcejeo fatal.
“El señor me descubrió que estaba agarrando el celular, me empezó a decir cosas malas, que era una ladrona, que era una hija de p..., paraguaya ladrona”, relató entre lágrimas.
Según su declaración, la esposa de la víctima, Graciela Orlandi (72), le había pedido días antes que le sustrajera el teléfono a su marido mientras ella estaba de vacaciones. “La señora me dijo que quería revisar el celular del señor, que cuando volviera yo se lo entregara. Pero él me vio agarrándolo y ahí empezó la pelea”, afirmó.
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La versión fiscal: homicidio con lazo y robo
Pese a su confesión parcial, la fiscal del caso, Laura Capra, sostuvo que Paniagua actuó con intención homicida y que el crimen fue cometido “para asegurar su impunidad” tras un robo dentro de la vivienda.
De acuerdo con la acusación, la mujer —que trabajaba como empleada doméstica en la casa— utilizó un elemento tipo lazo para estrangular a Wolfenson dentro de una habitación de huéspedes. Luego, se habría fugado del lugar llevando objetos de valor, entre ellos joyas, un parlante y auriculares que fueron encontrados durante un allanamiento en su domicilio.
El abogado de los hijos de la víctima, Tomás Farini Duggan, pidió que el hecho sea calificado como homicidio agravado por alevosía, una figura penal que implica prisión perpetua. Esa postura fue acompañada por Alejandro Broitman, representante de Orlandi, la viuda.
La defensa busca atenuar la condena
Durante su declaración, Paniagua insistió en que no planeó matar a su empleador y que nunca tuvo intención de robar. Dijo que el forcejeo se produjo en medio de una discusión y que la muerte fue un desenlace no intencionado. “Yo no me puedo quejar del señor porque era una buena persona... pero la señora hablaba mal de él, decía que estaba cansada de que le maneje la plata”, señaló, intentando involucrar a Orlandi en el origen del conflicto.
El juicio continúa en los tribunales de San Isidro, donde se espera que el tribunal analice los agravantes propuestos por la fiscalía y las partes querellantes. De ser hallada culpable, Rosalía Paniagua podría enfrentar una condena a prisión perpetua.
Fuente: Diario Clarín.
