Video: cigarrillos paraguayos ahora se fabrican en Brasil en condiciones de esclavitud

Una investigación de la prensa brasileña reveló que el denominado “cigarrillo paraguayo”, históricamente vinculado al contrabando fronterizo, ahora se fabrica dentro de Brasil en una red de fábricas clandestinas. Estas, según indicaron, son operadas por organizaciones criminales brasileñas y paraguayas, con fuerte presencia de mano de obra esclavizada.

El programa brasileño Domingo Espectacular realizó una investigación sobre la producción de cigarrillos de supuesta marca paraguaya en fábricas clandestinas instaladas en Brasil, conocidas comúnmente como “buracos” o agujeros, según su traducción al español.

En el reporte se detalla la existencia de estos centros ilegales y la presencia de funcionarios —en su mayoría paraguayos— que tienen prohibido abandonar el lugar.

Además, tras la reducción de incautaciones en la frontera en los últimos años —lo que sugiere una disminución del contrabando—, el cigarrillo paraguayo falsificado comenzó a producirse dentro de Brasil.

Esta fabricación local incrementa los riesgos para el consumidor, ya que estos productos contienen niveles de alquitrán y nicotina superiores a los permitidos por Anvisa, agencia brasileña de vigilancia sanitaria.

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Condiciones de esclavitud y encierro

El cigarrillo paraguayo se elabora en fábricas clandestinas donde personas trabajan en condiciones similares a la esclavitud. Los trabajadores tienen prohibido salir de los establecimientos y carecen de contacto con el exterior.

Entre 2007 y 2025 fueron desmanteladas 76 fábricas clandestinas en todo Brasil. Se trata de estructuras criminales de gran escala que utilizan marcas paraguayas de amplia aceptación en el mercado brasileño, principalmente porque resultan más baratas debido a que no pagan impuestos, según señaló el medio del país vecino.

Estas instalaciones fueron detectadas en los estados de Río de Janeiro, Pernambuco, Minas Gerais y São Paulo. En un operativo realizado en tres ciudades paulistas, 25 hombres fueron detenidos, de los cuales 18 son paraguayos.

Exceso de producción en Paraguay y migración forzada

Los periodistas brasileños indicaron que Paraguay produce 45 billones de cigarrillos anualmente, siete veces más que la demanda local. El excedente, agregaron, es traficado hacia Brasil.

La industria tabacalera paraguaya se modernizó y las máquinas que quedaron en desuso fueron trasladadas a Brasil, donde ahora se utilizan para fabricar cigarrillos en centros clandestinos, de acuerdo al reporte.

Paraguayos hallados en una fábrica ilegal en la ciudad paulista de Americana fueron liberados y regresaron a nuestro país, según informes de la Justicia brasileña. Confirmaron haber vivido en condiciones similares a la esclavitud.

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Testimonios y denuncias de autoridades

La fiscala paraguaya Vivian Coronel afirmó al medio brasileño: “Un régimen de esclavitud total. Ellos son privados de su documentación, no pueden comunicarse con ningún familiar. Duermen, comen y trabajan en el mismo lugar. Se encuentran en condiciones inhumanas, a veces, con temperaturas extremadamente altas. Condiciones insalubres de trabajo. Algunos no trabajan ni siquiera con las herramientas más básicas para protección de su salud. Tenemos la información que algunos son severamente castigados, amenazados de muerte”.

El informe reveló que extrabajadores de tabacaleras paraguayas son reclutados para operar en Brasil en estas fábricas clandestinas. Algunos son engañados respecto a las tareas que deberán realizar.

También informaron que la Fiscalía paraguaya reveló que hay paraguayos que saben en qué condiciones irán a trabajar al Brasil, pero que son atraídos por los salarios, que son hasta cuatro veces mayores a lo que cobran en nuestro país.

“El factor determinante para esas personas vulnerables es precisamente la necesidad económica. Reciben una propuesta tentadora porque la propuesta de pago son altas”, dijo la fiscala Coronel.

“Buracos”: fábricas clandestinas en expansión

Las fábricas clandestinas, debido a sus condiciones y forma de operación, son conocidas como “buracos” o agujeros en español.

Un paraguayo de Ciudad del Este relató al medio brasileño que trabajó durante un año en una fábrica del estado de Río de Janeiro. Explicó que operaba una máquina que produce insumos para los cigarrillos y que no tenía vínculo laboral ni contrato, aunque afirmó que las condiciones eran mejores que las de los centros más extremos.

“La mayoría de las personas que están trabajando ya son conocidas acá”, dijo y confesó que siente miedo. “El dueño aparecía de vez en cuando, pero él no hablaba con nosotros. Era brasileño”, añadió.

Sabía de paraguayos en los “buracos”

Mencionó que sabía de la existencia de paraguayos trabajando en los “buracos”, pero solo después de regresar al país pudo hablar con ellos. “Trabajaban de más, 24 horas. Tenían un turno que paraban, dormían y otro comenzaba a trabajar”, comentó.

Consultado si aceptaría una oferta para trabajar en un “buraco”, respondió que no, alegando temor y que la “libertad no tiene precio”.

Silencio de las víctimas retrasa las investigaciones

El medio brasileño destacó que las investigaciones conjuntas entre Brasil y Paraguay están avanzando, aunque el principal obstáculo al que se enfrentan es la falta de colaboración de las víctimas.

“Estas personas que son metidas en un régimen de esclavitud no colaboran, no facilitan ningún tipo de información. Eso no significa que no vamos a llegar a saber o conocer la identidad de los sospechosos, sino más bien asumir con toda la responsabilidad que esto conlleva que las investigaciones sean mucho más lentas”, señaló la fiscala paraguaya.

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Las autoridades brasileñas indicaron que se trata de una organización criminal dedicada a la fabricación ilegal que busca, mediante la instalación de fábricas clandestinas, introducir cigarrillos de marcas paraguayas en puntos cada vez más distantes de la frontera y al interior del país.

Destacaron, a su vez, que, aunque un local clandestino sea cerrado, al mes ya se abre otro.