Nazaret se ha convertido en una urbe con negocios cerrados, basura acumulándose en las calles e índices de criminalidad disparados, fruto del abandono estatal que sufren las ciudades palestinas en el norte de Israel.
Celebrar la Navidad, que atrae a la ciudad a peregrinos y los habitantes de otras localidades vecinas, se ha convertido para muchos empresarios locales en una forma de dinamizar esta ciudad, conformada por un 20% de palestinos cristianos y un 80% de musulmanes, que también ha sufrido la ausencia de visitantes por la ofensiva en Gaza.
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“Los últimos dos años han sido muy duros para nosotros”, cuenta a EFE Nabil Totry, fundador de Mawkib, la organización civil a cargo de la cabalgata y otros eventos navideños que este año buscan reactivar Nazaret.

Caída del turismo
La caída del turismo tras los ataques del 7 de octubre y el auge de los asesinatos ejecutados por bandas criminales contribuyeron a la decadencia de la ciudad: “Muchas personas van por la carretera con temor a lo que pueda pasar. Los negocios especialmente, que tienen que pagar por protección”, lamenta.
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El propio Ayuntamiento de Nazaret ha atravesado una crisis financiera. El diario israelí Haaretz recoge que la deuda llegó hasta los 200 millones de séquel (unos 53 millones de euros), con una municipalidad incapaz de pagar a sus trabajadores públicos o de mantener un servicio de recogida de basuras.
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Esta desatención es visible aún en la ciudad, donde las bolsas de basura se apilan sobre los contenedores incluso en las calles céntricas.

Deterioro
Dua, propietaria de un hotel junto a la Ciudad Vieja, explica que la calle de su posada ha perdido el alumbrado público porque los cables se dañaron cuando alguien quemó la basura apilada en uno de los contenedores.
Antes, relatan a EFE sus residentes, la situación era peor, pero la limpieza comenzó a reactivarse con el cambio de gobierno en el consistorio en septiembre.
“Vienen a ver la Iglesia (de la Anunciación) a primera hora de la mañana y se van a Tiberias, directos a otros sitios que el Gobierno apoya. Si comparas con Tiberias, Haifa, Eilat o Jerusalén puedes entender el enorme agujero entre los presupuestos de Nazaret y las otras ciudades”, lamenta Totry.

Abandono
Las localidades palestinas en territorio israelí (muchas de ellas en la Galilea, en el norte, pero también en el centro del país o el desierto sureño del Néguev) sufren el abandono estatal del Gobierno, también a la hora de repartir los presupuestos a los ayuntamientos, explica a EFE Amal Ziada, de la ONG ambientalista israelí Adam Teva V’Dim.
“El Gobierno dice que no da financiación a las localidades árabes por la alta corrupción de los ayuntamientos. Nosotros decimos que esta corrupción nace del abandono del Gobierno a la sociedad árabe”, explica en una videollamada.
El 10 de noviembre, un hombre de unos 40 años murió en Nazaret tras recibir un disparo en su coche, pasando a formar parte de las más de 220 víctimas de crímenes en la sociedad árabe de Israel en 2025.
Inseguridad
Un informe de Baladna, una organización de empoderamiento para jóvenes árabes, apuntaba ya en 2020 a que la tasa de homicidios en la sociedad árabe-palestina en Israel era ocho veces superior a la de los judíos israelíes, pero también triplicaba la de Cisjordania. El estudio, que abarca de 2010 a 2019, recogía entonces una media de unos 64 asesinatos anuales.
“Israel intenta resaltar la idea de que la solución a lo que afrontamos como sociedad es individual (...) Lo que pensamos es que la solución es colectiva”, dice a EFE Nidaa Nassar, directora de Baladna, donde los jóvenes se reúnen para compartir sus inquietudes, la criminalidad entre ellas, como palestinos en Israel.
Ciudad Vieja
El centro de juventud de Baladna está en una de las callejuelas de la Ciudad Vieja, enclaustrado entre negocios con el cierre echado.
Desde una cafetería con vistas al Ayuntamiento, ahora en manos del comité israelí, Totry se aferra al proyecto navideño: “Intentamos organizar actividades para dar a la gente una pizca de felicidad. Este año, tras dos años de guerra, hemos decidido que diciembre de 2025 será el punto que cambiará la situación de Nazaret”.
