La reacción de China de calificar como “extremadamente peligroso” el plan japonés de desplegar sistemas antimisiles en una cadena de islas cercana al territorio se produce tras las declaraciones de
El portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado Peng Qing’en acusó a Japón de “crear tensión y avivar la confrontación militar” con su previsto despliegue de misiles superficie-aire en el archipiélago Nansei, ubicado a unos 110 kilómetros de la isla autogobernada.
Peng afirmó que China tiene “la firme voluntad, la determinación y la capacidad” para salvaguardar su integridad territorial y “aplastar cualquier intento de injerencia externa”.
Segunda Guerra Mundial
El portavoz denunció que Japón “vulnera” el espíritu de su Constitución pacifista y recordó que la Proclamación de Potsdam prohibía el rearme nipón tras la Segunda Guerra Mundial. Según Pekín, la evolución de la política de seguridad japonesa “ha despertado alarma en la comunidad internacional”.
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Japón defendió hoy que el despliegue de los misiles forma parte de su estrategia de seguridad adoptada en 2022 y que responde exclusivamente a fines defensivos.
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En una comparecencia en la Dieta, la primera ministra, Sanae Takaichi, insistió en que Tokio construirá una relación “extensa y positiva” con China “a través del diálogo”, pese al clima de tensión.
Estrecho de Taiwán
Sanae Takaichi defendió también sus palabras de principios de mes, cuando señaló que las Fuerzas de Autodefensa japonesas podrían intervenir si un ataque chino en el Estrecho de Taiwán pone en riesgo la seguridad del archipiélago.
La mandataria afirmó que respondió a preguntas sobre ejemplos específicos “de manera sincera”.
El Ministerio de Defensa japonés denunció además esta semana la incursión de un dron chino entre la isla de Yonaguni y Taiwán, lo que llevó al despliegue de cazas nipones.
Postura sin cambios
Tokio sostiene que su postura sobre la política de ‘una sola China’ no ha cambiado y que cualquier disputa sobre la isla debe resolverse pacíficamente.
En Pekín, la Cancillería china volvió a exigir hoy que Takaichi “se retracte” de sus declaraciones sobre Taiwán.
La portavoz Mao Ning pidió a Japón que “explique con honestidad, precisión y exhaustividad su supuesta postura consistente” respecto a la isla, después de que funcionarios nipones insistieran en que dicha posición “no ha cambiado”.
Acciones concretas
Las recientes declaraciones japonesas “están muy lejos de satisfacer las exigencias de China y de la comunidad internacional”, afirmó Mao, quien pidió a Tokio “acciones concretas” para demostrar su “sinceridad política hacia China”.
Según la portavoz, “la resolución de la cuestión de Taiwán” es un “asunto interno” de China en el que Japón “no tiene derecho a interferir”.
En este contexto, una empresa aeroespacial privada china, Lingkong Tianxing Technology, difundió esta semana un vídeo promocional de un nuevo misil hipersónico en el que una animación muestra ocho proyectiles lanzados desde la costa china en dirección a Japón.
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Las imágenes, divulgadas en redes sociales, subrayan las capacidades de ataque coordinado del arma y llegan en plena escalada de reproches entre las dos potencias asiáticas.
Japón, que rompió relaciones diplomáticas con Taipéi para establecerlas con Pekín en 1972, conserva estrechos intercambios no oficiales con la isla, hasta donde sus parlamentarios afines viajan con frecuencia, así como un compromiso de seguridad con Estados Unidos que da un peso estratégico a su postura en el Indopacífico.
China considera a la isla de Taiwán, gobernada de forma autónoma desde 1949, como una “parte inalienable” de su territorio y no ha descartado el uso de la fuerza para hacerse con su control.
