Responsables consulares de distintos países, entre ellos Australia, Brasil y Filipinas, llegaron a Cilacap, una ciudad portuaria desde la que se accede a la isla de Nusakambagnan, conocida como la “Alcatraz de Indonesia” por sus prisiones
El presidente indonesio, Joko Widodo, negó la petición de clemencia de los extranjeros condenados: el brasileño Rodrigo Gularte, un francés, dos australianos, una filipina, tres nigerianos y una persona que no ha sido identificada.
De llevarse a cabo la ejecución, Gularte, de 42 años, sería el segundo brasileño en ser ajusticiado fuera de su país en tiempos de paz, tras el fusilamiento también en Indonesia el 18 de enero de su compatriota Marcos Archer Cardoso Moreira.
Gularte fue detenido en 2004 al tratar de entrar en el aeropuerto de Yakarta con seis kilos de cocaína escondidos en tablas de surf junto a dos compatriotas, que finalmente quedaron libres tras asumir él toda la culpa, según el diario Folha de Sao Paulo.
Tras ser condenado a muerte, el gobierno indonesio le ha negado varias peticiones de clemencia. Hace años su familia intenta demostrar que padece esquizofrenia y pide que sea trasladado a un hospital psiquiátrico
Los representantes consulares fueron convocados por las autoridades indonesias para reunirse con las autoridades locales y con los condenados a muerte.
La invitación de las autoridades indonesias a los representantes consulares para visitar a los reos en Nusakambangan no es una obligación legal sino un gesto de cortesía diplomática. La ley indonesia sólo obliga a anunciar la ejecución a los condenados 72 horas antes.
El portavoz de la fiscalía de Yakarta, Tony Spontana, dijo a la AFP este sábado que la fecha de las próximas ejecuciones se anunciará “en los próximos días”.
Mientras se acercan las temidas ejecuciones, después de que en enero seis condenados fueron fusilados, se multiplican las peticiones de clemencia.
El presidente francés, François Hollande, advirtió este sábado que si Serge Atlaoui es ejecutado “habrá consecuencias diplomáticas”. “Como mínimo llamaremos a nuestro embajador” en Jakarta, dijo Hollande.
En febrero, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se negó a aceptar las credenciales del nuevo embajador de Indonesia debido a la ejecución de Marco Archer.
La legislación antidroga de Indonesia es una de las más severas del mundo, y el presidente Widodo alega que la situación de emergencia frente al problema de las drogas requiere la pena capital para los condenados.
La hermana del condenado a muerte australiano Myuran Sukumaran, publicó en YouTube una petición para salvar su vida.
“Mi hermano cometió un error hace 10 años, desde entonces ha pagado cada día por ese error. Desde el fondo de mi corazón, por favor presidente Widodo, tenga compasión por mi hermano, cambie el castigo por humanidad” , dijo Brintha Sukumaran, mostrando una foto Myuran cuando era niño.