El joven de 20 años se quitó la vida con un disparo en la frente, detalló por otro lado el forense.
Carver descartó que Lanza estuviera bajo medicación en el momento en que perpetró la masacre, como se había barajado tras las declaraciones de su tío Jonathan Lanza, quien dijo que estaba siendo tratado contra la esquizofrenia.
Sin embargo, los padres del autor de la masacre en alguna ocasión habían dicho a su círculo de amigos que su hijo padecía el síndrome de Asperger, una variante del autismo, pero no se sabe aún si había sido diagnosticado formalmente.
Las investigaciones continúan en la casa que Lanza compartía con su madre de donde los agentes se han incautado de teléfonos celulares, computadoras y videojuegos de ordenador, pero no han encontrado nada en la residencia que indique que estaba tomando medicación.
Las autoridades están tratando de acceder, bajo orden de registro, al historial médico del joven.