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“Tenemos nueve fallecidos. Nuestros datos indican que hay cerca de 300 desaparecidos”, informó el Cuerpo de Bomberos. El balance anterior era de siete muertos y 150 desaparecidos.
Una de las represas de la Vale en una mina de hierro en jurisdicción de Brumadinho, municipio de Minas Gerais (sudeste), se rompió este viernes y un río de lama con residuos minerales sepultó las instalaciones de la empresa y diversas viviendas en áreas rurales.
Los desaparecidos son en su mayoría empleados de una planta de Vale en la que el vertido sepultó algunas edificaciones, ya que, según la gobernación regional, la empresa había informado que tan solo ha localizado a 279 de los 427 trabajadores con los que contaba en las instalaciones.
De acuerdo a un comunicado de la gobernación del estado de Minas Gerais, nueve personas fueron retiradas con vida de la lama y conducidas a hospitales y cerca de 100 fueron retiradas ilesas de áreas en que habían quedado asiladas.
El accidente ocurrió tres años después de que la ruptura de los diques de Samarco, una minera en la que Vale tiene participación, provocara la mayor catástrofe ambiental de Brasil, que causó 19 muertos por un vertido de residuos minerales.
La presa de la compañía minera Vale que se rompió este viernes causando una tragedia en Brasil que ha dejado hasta ahora 7 muertos y 150 desaparecidos estaba clasificada como de bajo riesgo pero de alto potencial de daños, según informe divulgado este viernes por fuentes oficiales.
De acuerdo con la Agencia Nacional de Aguas (ANA, regulador), la situación de la represa fue clasificada en el último informe de Seguridad de Represas, elaborado por la entidad, a partir de informaciones prestadas por organismos fiscalizadores.
Para el estudio, la ANA, responsable por la implementación de la gestión de los recursos hídricos de Brasil, remitió un formulario a los organismos fiscalizadores, que declararon la información sobre las represas bajo su responsabilidad.
“En este cuestionario, la ANA preguntó qué represas estarían en situación crítica y la represa que se rompió este viernes no fue apuntada como crítica por la Agencia Nacional de Minería (ANM), responsable de la información de las represas de desecho de mineral”, dijo la agencia en un comunicado.
La ANA también informó que está monitoreando la ola de desechos de la represa, por la preocupación de que ese material alcance la Hidroeléctrica Retiro Bajo, y explicó que, de acuerdo a los primeros análisis, otra reserva de esa planta, ubicada a unos 220 kilómetros de la que se rompió, puede contener gran parte de los desechos, algo que la entidad estima ocurrirá “en unos dos días”.
La agencia también informó que está coordinando acciones para el mantenimiento del abastecimiento de agua y su calidad para las ciudades que captan agua a lo largo del Río Paraopeba. El último informe sobre seguridad de las represas, con datos relativos a 2017, identificó 45 presas con riesgo de rompimiento.
Según el documento, Brasil tiene cerca de 23.000 represas para diversas finalidades, como generación de energía, acumulación de agua o residuos de minerales, como fue el caso de la que se rompió este viernes.