“Nos estamos moviendo hacia cambios muy dramáticos en un marco de tiempo extremadamente rápido, revirtiendo una tendencia de enfriamiento planetario en cuestión de siglos”, advirtió uno de los autores del informe, Jack Williams, de la Universidad de Wisconsin-Madison (EE.UU.).
De acuerdo a sus proyecciones, se espera que para 2030 el clima de la Tierra se asemeje al del Plioceno medio, que se remonta a más de 3 millones de años en el tiempo geológico. Asimismo, sin reducciones en nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, los climas de la Tierra en 2150 podrían compararse con el Eoceno cálido, una época casi sin hielo que caracterizó al mundo hace 50 millones de años.
“Si pensamos en el futuro en términos del pasado, hacia dónde nos dirigimos es un territorio inexplorado para la sociedad humana”, subrayó el autor principal, Kevin Burke, investigador de la misma universidad.
Todas las especies en la Tierra de hoy tenían un antepasado que sobrevivió al Eoceno y al Plioceno, pero aún queda por ver si los humanos y la flora y fauna con la que estamos familiarizados pueden adaptarse a estos rápidos cambios. “La tasa de cambio acelerado parece ser más rápida que cualquier otra cosa que el planeta haya experimentado antes”, escribieron los científicos.
El nuevo estudio se basa en el trabajo que Williams y sus colegas publicaron por primera vez en 2007, que comparó las proyecciones climáticas futuras con los datos climáticos históricos de principios del siglo XX. “Podemos usar el pasado como criterio para entender el futuro, que es muy diferente de todo lo que hemos experimentado en nuestras vidas”, argumentó Williams.
Durante el Eoceno, los continentes de la Tierra se agruparon y las temperaturas globales promediaron unos 23,4 grados Fahrenheit (13 grados Celsius) más que en la actualidad. Los dinosaurios se habían extinguido recientemente y los primeros mamíferos, como las ballenas y los caballos ancestrales, se estaban extendiendo por todo el mundo.
El Ártico estaba ocupado por bosques pantanosos como los que se encuentran hoy en el sur de Estados Unidos. En el Plioceno, América del Norte y del Sur se unieron tectónicamente, el clima era árido y se formó el Himalaya, entre otros hitos. En esa época, las temperaturas fueron entre 3,2 y 6,5 grados Fahrenheit (1,8 a 3,6 grados Celsius) más altas que las de hoy en día.