López fue detenido cuando presuntamente trataba de ocultar el dinero en un convento.
Quien se desempeñara como secretario de Obras Públicas durante los Gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández (2007-2015) y que actualmente ocupa una banca en el Parlamento del Mercosur quedó detenido este miércoles por presunto lavado de dinero y por portar un arma sin un permiso vigente.
El exfuncionario fue sorprendido por la policía mientras en horas de la madrugaba intentaba supuestamente ingresar en bolsos millonarias sumas de dinero a un convento de la localidad bonaerense de General Rodríguez.
En declaraciones a radio La Red, Ferrari señaló hoy que el operativo para contar los billetes, que demoró varias horas, se realizó con máquinas y a mano y terminó con un saldo de 8,98 millones de dólares. Agregó que el dinero quedará a disposición de la Justicia.
Ya este miércoles, el ministro de Seguridad provincial, Cristian Ritondo, calificó como “una obscenidad” la cantidad de dinero incautada. Informó de que fueron 160 bultos o paquetes de billetes, en “dólares, euros, yenes y moneda de Qatar” y que se encontraron además seis relojes de lujo y una arma larga, calibre 22.
López quedó detenido por presunto lavado de dinero y por portar un arma sin un permiso vigente, pero también en el marco de una causa que desde hace unos años le investiga por presunto enriquecimiento ilícito, y por la que el próximo jueves será indagado por en tribunales de la ciudad de Buenos Aires.
Mientras, hoy es interrogado por la Justicia de la provincia sobre el hallazgo del dinero y por la tenencia del arma, explicó el fiscal Federico Delgado en declaraciones a radio Vorterix. Ya detenido López por los sucesos en el monasterio, el juez federal Daniel Rafecas dispuso ayer también su arresto a los efectos de ser indagado en el marco de un expediente que desde hace varios años le investiga por “enriquecimiento ilícito de funcionario público”, que se halla en pleno trámite.
Será así que Rafecas decidirá, tras tomarle mañana declaración, si dispone que continúe detenido, y combinará con la Justicia de Buenos Aires en qué centro debería estar.
“En términos sistémicos es complicado que el Estado argentino no pueda darse cuenta de que una persona está acopiando plata y se da cuenta ocho años después cuando la está tirando en un monasterio”, añadió Delgado, fiscal encargado de la investigación que desde hace ocho años se cursa sobre López.