Clarín repudia gesto de jefe de Gabinete

BUENOS AIRES. El grupo de medios Clarín repudió hoy el gesto del jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, de hacer trizas durante una rueda de prensa dos páginas del principal periódico de ese conglomerado.

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El grupo calificó la actitud de Capitanich como el cruce de “un nuevo límite en la escalada de intolerancia y agresión contra la prensa que viene alimentando, esta vez con un repudiable gesto que además entraña riesgos personales para el medio y los periodistas involucrados”.

Capitanich rompió hoy dos páginas del diario Clarín en una rueda de prensa tras denunciar una “confrontación política” de “medios opositores” después de que la Justicia desmintiera una noticia del periódico sobre la presidenta Cristina Fernández.

Según sostuvo Clarín en un comunicado, la decisión del jefe de Gabinete “conlleva una carga de violencia impropia de un funcionario de la democracia ” y configura además una “peligrosa invitación” a que este tipo de actitudes “se reproduzcan incluso en grados de mayor riesgo personal”.

Capitanich rompió las páginas en las que Clarín informaba este domingo de la supuesta existencia de un borrador de la denuncia del fiscal Alberto Nisman, fallecido en circunstancias no aclaradas, en el que solicitaba la detención de Cristina Fernández por presunto encubrimiento de acusados iraníes del atentado de 1994 contra la mutualista judía AMIA.

Una información que fue desmentida por la Justicia horas después.

Para el grupo Clarín, que quienes “más altas responsabilidades ejercen en el país” exhiban este tipo de conductas “refleja una profunda anomalía institucional”.

“La clara inspiración del gesto de Capitanich en otros mandatarios de la región con rasgos autoritarios y hegemónicos, revela a las claras las fuentes en las que abreva el oficialismo en su concepción y relación con la prensa no adicta”, aseveró el mayor conglomerado de medios de Argentina en su comunicado.

Clarín destacó que los tres periodistas autores de las noticias que aparecían en las páginas rotas por Capitanich han ratificado el contenido de sus artículos, que, aseguró, “fueron realizados de acuerdo a las normas y estándares profesionales, con fuentes inobjetables y con los chequeos necesarios para ser publicados”.

En esas notas se afirmaba que el borrador de la denuncia de Nisman, con numerosas líneas tachadas, habría sido encontrado en el cubo de la basura de la casa del fiscal tras su muerte, de un disparo en la cabeza, el pasado 18 de enero, e incorporado al expediente de la causa.

La información de Clarín fue desmentida horas después por el juez que hasta hoy llevaba el caso, Ariel Lijo, quien aclaró que las tachaduras fueron realizadas por el propio juzgado y que en la denuncia de Nisman no consta “ninguna petición sustancial respecto de los presuntos imputados”.

Poco después Lijo se excusó de seguir adelante con la investigación, por lo que el caso pasó al magistrado Daniel Rafecas, quien tampoco quiso tomar la causa, que ahora espera ser asignada a otro juez.

Alberto Nisman murió en circunstancias aún sin esclarecer la víspera de comparecer en el Congreso para detallar su denuncia contra la presidenta argentina y varios de sus colaboradores.

Según sostenía Nisman, la denuncia se basa en evidencias reunidas mediante escuchas telefónicas sobre las maniobras del Gobierno argentino para “ librar de toda sospecha a los imputados iraníes” y “fabricar la inocencia de Irán” en el atentado contra la AMIA en 1994, que causó 85 muertos. 

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