Congreso comunista decidirá cómo ejercer poder chino en el mundo

PEKÍN. Más allá de los cambios de líderes o de la discusión sobre política económica, el XIX Congreso del Partido Comunista de China (PCCh) que comienza la próxima semana va a diseñar la forma en que el gigante asiático va a ejercer su poder en el mundo.

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Con una economía que se acerca inexorablemente a ser la mayor del mundo y una creciente presencia política y militar en el exterior, el liderazgo que salga de este Congreso debe definir cómo encajar esta creciente potencia global en un mundo que en buena parte mira con recelo este ascenso.

Los analistas coinciden en que China va a continuar el proceso de integración en las estructuras políticas y económicas internacionales, pero algunos incluso apuestan por que Pekín ofrecerá un modelo político-económico alternativo al de Occidente.

En los últimos cinco años, tras el último Congreso que catapultó al poder al presidente chino y secretario general del PCCh, Xi Jinping, China ha dado pasos de gigante en su asertividad exterior.

Así, el gigante asiático ha reformado su Ejército y está potenciando su Marina, con la reciente botadura de su primer portaaviones diseñado y construido íntegramente en China y el lanzamiento de otros buques militares avanzados.

Además, Pekín ha incrementado su aportación a las Naciones Unidas y su presencia militar en operaciones de paz de la organización, y este año ha abierto su primera base militar en el exterior, en Yibuti, para apoyar este tipo de acciones.

China está avanzando en su posición mundial con nuevos acuerdos bilaterales de libre comercio, pero también con la negociación de pactos multilaterales como la Asociación Económica Regional Integral (RCEP) y el Acuerdo de Libre Comercio para Asia Pacífico (FTAAP) , o con la iniciativa de las Nuevas Rutas de la Seda.

Pekín también se ha convertido en los últimos años en un país clave para la inversión en el exterior y en la ayuda al desarrollo -aunque ésta sea más en forma de préstamos que de ayudas directas-, rivalizando con EE.UU. y la Unión Europea.

“China va en serio en su ambición de convertirse en uno de los líderes del orden económico y financiero internacional”, avanza Xia Le, economista jefe para Asia del departamento de investigación del banco español BBVA.

Xia, en declaraciones a Efe desde Hong Kong, cree que hay quienes temen que “China busca desafiar al orden internacional, pero me temo que es una idea cargada de prejuicios”.

Además de las acciones oficiales, en estos años, gigantes tecnológicas chinas desde Alibaba a Huawei, pasando por Tencent, se han afianzado en posiciones de privilegio a nivel global y son pioneras en sectores punta como el comercio electrónico, los pagos con teléfono móvil o el reconocimiento facial.

Ayudadas por su enorme mercado doméstico o por los créditos que Pekín concede para proyectos en el exterior si los llevan a cabo empresas chinas, las firmas de este país han reunido capital y medios para lanzarse a una importante expansión internacional en múltiples sectores, como infraestructuras o ferrocarriles.

Kerry Brown, profesor de Estudios Chinos del King's College londinense, señala a Efe su previsión de una China aún más integrada en el mundo “a través de acuerdos comerciales más justos, pero también de forma creciente a través de su trabajo como ciudadano global”.

Pero otros analistas y centros de estudios van más allá, y pronostican que el Congreso podría estar elaborando una nueva propuesta global como alternativa al modelo político y económico occidental.

Para David Kelly, de la firma de análisis China Policy, esta alternativa podría llamarse “La solución china”, tal como ha avanzado una publicación del PCCh.

Esta idea sería una evolución del eslogan del “sueño chino” acuñado por Xi Jinping hace algunos años para la opinión pública doméstica, pero ahora retocada y afinada para su empleo hacia el exterior.

La base de esta idea es que “China no quiere dominar el mundo, no es hegemónica”, sino contribuir a su estabilidad y buena marcha, explicó Kelly en una reciente discusión con periodistas en Pekín.

Desde el lado oficial, un miembro hongkonés de la Conferencia Política Consultiva de China, el principal órgano asesor del Gobierno chino, Shiu Sin Por, considera que Xi Jinping está poniendo en marcha con sus logros políticos una propuesta para competir con Occidente.

“La oferta china de un sistema de valores alternativos -colectivismo en lugar de individualismo, armonía en lugar de competición agresiva, coexistencia en lugar de dominación- supone en reto aún mayor que el poderío económico y militar chin”, afirma Shui en un artículo publicado este jueves en el diario independiente hongkonés South China Morning Post. 

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