“En épocas de crisis, cuando hay tanta frustración e indignación, no es momento para tomar decisiones tan transcendentales”, dijo el mandatario socialista, evocando lo dicho a medios de comunicación catalanes la semana pasada durante una gira por España.
Correa puso como ejemplo la dolarización de la economía ecuatoriana a raíz de una crisis bancaria en 1999, decisión que según él le restó competitividad al país con respecto a sus vecinos.
“En medio de la crisis, el desconcierto, la indignación se decidió que los ecuatorianos no podemos tener moneda propia, entonces se dolarizó”, recordó el gobernante, quien sin embargo anotó que no pretende “interferir en los asuntos de España”.
“Pregunten en este momento cómo quisieran España, Italia o Grecia tener moneda propia”, agregó Correa, quien critica que las consecuencias de la crisis europea “recaigan en la gente y no sobre el capital”.
En medio de la recesión, los catalanes elegirán este domingo al gobierno regional en unos comicios de los que su presidente, el nacionalista Artur Mas, espera salir reforzado en su proyecto para convocar en los próximos cuatro años un referéndum sobre la autodeterminación de Cataluña.