“Estamos haciendo progresos. Hemos retomado las operaciones en el valle del río Éufrates y estamos comenzado a limpiar los últimos reductos de combatientes del EI. Si deciden quedarse allí, van a acabar muriendo, a no ser que se rindan”, señaló McKenzie durante una rueda de prensa celebrada en el Pentágono.
El militar confirmó así que la lucha contra los terroristas islámicos en Siria ha vuelto a la normalidad después de que hace un par de meses numerosos combatientes de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), que forma parte de la coalición, abandonaran la lucha para dirigirse a Afrin, un bastión kurdo próximo a la frontera con Turquía. En este sentido, la portavoz del Departamento de Defensa, Dana White, volvió hoy a insistir en que Washington “continúa centrado en derrotar al EI” y que no tiene interés en verse envuelto en posibles guerras intestinas entre las fuerzas gubernamentales del presidente Bashar al-Assad y de la oposición.
En cualquier caso, McKenzie recomendó a “todas las partes implicadas” en la contienda no agredir a las tropas estadounidenses o de la coalición internacional ya que, según dijo, “no sería una buena idea”.
Estados Unidos lidera una coalición internacional formada por más de 60 países que, al amparo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, tiene por objetivo acabar con el yihadismo en Siria e Irak en el marco de la operación “Inherent Resolve” ('Resolución Inherente').