El juez federal Thomas Griesa bloqueó en julio de 2014 un pago de 539 millones de dólares en intereses de bonos de deuda reestructurada a través del BoNY, para forzar a Argentina a cumplir con su fallo por 1.600 millones de dólares en beneficio de los fondos especulativos NML Capital y Aurelius por títulos en default desde 2001.
Pero según la corte de apelaciones, si bien la orden de retención de Griesa queda “afirmada”, no hay por lo tanto argumentos para que ese dinero sea entregado a los querellantes, tal como lo pidió en una moción una de las partes que ganó la querella junto a los fondos “buitres”.
“Los derechos del demandante a la propiedad en disputa no son superiores a los del BoNY”, señaló el tribunal, agregando que Argentina no puede reclamar la devolución de ese dinero y que la querella no ha presentado evidencia de tener más derechos que los bonistas que entraron en la reestructuración de deuda.
Es el cuarto fallo a favor de Argentina en dos meses en un tribunal de apelaciones por el caso de su deuda.
El 10 de agosto esa instancia revirtió una decisión de Griesa que autorizaba a otro grupo de nuevos querellantes a reclamar por el pago total de bonos en default.
El pasado 31 de agosto la misma corte de segunda instancia rechazó otra orden del juez para embargar activos del Banco Central argentino, siguiendo un pedido de los fondos especulativos.
Por último, el 16 de septiembre hubo otro fallo revirtiendo una decisión de Griesa de ampliar su fallo a otro grupo de nuevos querellantes.
Argentina reestructuró su deuda en default en dos canjes en 2005 y 2010. El 93% de sus acreedores aceptaron esas ofertas de reembolso parcial con importantes quitas, pero el 7% restante la rechazó, reclamando el reembolso de la totalidad de lo adeudado más intereses.
Argentina califica a los fondos especulativos de “buitres” por haber comprado bonos en default a precio de remate para busca luego su cobro total mediante la vía judicial.