De Carlotto y su nieto, que fue criado con el nombre de Ignacio Hurban, se reunieron de forma privada en la ciudad bonaerense de La Plata, donde ella reside.
“Guido Montoya Carlotto ya pudo abrazar a su familia materna, que lo buscó sin pausa y de forma incansable durante 36 años”, transmitió la organización en un comunicado, en el que pidieron respeto a la intimidad del nieto recuperado número 114.
“Guido fue directamente a buscarla a mamá y se fundieron en un abrazo”, relató a medios locales Guido “Kibo” Carlotto, uno de los hijos de Estela de Carlotto.
“Chau, abu”, dijo el nieto al finalizar un esperado encuentro que se prolongó durante más de seis horas, “y mi vieja (madre) casi se desmaya”, contó al diario Página 12 Claudia Carlotto, otra de las hijas del “alma” de las Abuelas de Plaza de Mayo.
“Estoy feliz de la vida, nos súper entendimos. Vamos a ir de a poco, porque nosotros somos muchos (...) Así que hicimos un encuentro íntimo. El es tranquilo, no ansioso como nosotros. Y es muy especial, muy inteligente”, apuntó Claudia Carlotto.
“Hablamos de todo. El busca mucho el consenso, es sano, tiene sensibilidad social. Fue muy cálido, pero también estuvo muy bien plantado, sabe lo que quiere”, continuó.
Para su tía, Guido Montoya Carlotto, nacido durante el cautiverio de su madre, Laura, militante universitaria peronista asesinada por la dictadura, “es un calco del padre”, aunque se identificó con un sentido del humor que le hizo acordarse de su hermana.
La restitución de la identidad del nieto 114 fue anunciada este martes a Estela de Carlotto, de 83 años, tras 36 años de búsqueda.
Desde Abuelas de Plaza de Mayo lamentaron que el tribunal de la causa, encabezado por María Servini de Cubría, haya facilitado datos que han circulado de forma “indiscriminada” y que desde la institución no se hubieran dado a conocer porque la intimidad de los nietos es “prioridad” en el proceso de restitución de su identidad.