Ambos protestaron por lo que denominaron “un Oriente Medio sin cristianos” en alusión a la violencia cometida contra los fieles de esa religión en conflictos en países del área. “No podemos resignarnos a un Oriente Medio sin cristianos, que han profesado el nombre de Jesús allí durante dos mil años”, dijeron ambos líderes religiosos en una declaración conjunta que firmaron en Estambul (Turquía).
Los dos manifestaron en concreto su preocupación por los sucesos de violencia contra cristianos “en Irak, Siria y en todo el Oriente Medio”. Y dijeron: “muchos de nuestros hermanos y hermanas están siendo perseguidos y han sido expulsados con violencia de sus hogares. Parece incluso que se ha perdido el valor de la vida, que la persona ya no importa y que puede sacrificarse a otros intereses”.
“Y, de manera trágica, todo esto choca con la indiferencia de muchos”, aseguraron el papa y el patriarca. Exigieron por lo tanto que la comunidad internacional dé “una respuesta apropiada” para acabar con “la terrible situación de los cristianos y de todos los que sufren en Oriente Medio”.