Juan Pablo II tuvo una “intensa” relación con una filósofa casada

LONDRES. El papa Juan Pablo II mantuvo durante más de 30 años una amistad “intensa” con una filósofa casada, Anna Teresa Tymieniecka, sin que haya pruebas de que rompiera el voto de castidad.

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Estas cartas “son la ventana más extraordinaria sobre la vida privada de una de las personas más célebres de la Historia”, afirma el periodista Edward Stourton, que descubrió las cartas, en el programa Panorama de la BBC.

Más de 350 cartas escritas por Juan Pablo II a la estadounidense de origen polaco Anna Teresa Tymieniecka, fueron halladas en la Biblioteca Nacional polaca a la cual la filósofa las había legado en 2008.

Las cartas dan a entender que la universitaria estaba enamorada del entonces cardenal Wojtyla. Sin embargo, según la Biblioteca Nacional polaca esta relación “no era ni confidencial, ni excepcional” . “Las tesis formuladas por los medios no tienen confirmación alguna en las cartas de Juan Pablo II a Anna Teresa Tymieniecka, que forman parte de las colecciones de la Biblioteca Nacional”, declara ésta en un comunicado.

“Esa relación era ampliamente conocida y descrita en numerosas publicaciones”, replica la biblioteca.

“Querida Teresa, recibí las tres cartas. Escribes que estás desgarrada pero no he podido encontrar ninguna respuesta a tus palabras”, escribe el entonces futuro Juan Pablo II en una carta fechada en 1976, en que la describe como “regalo del cielo” .

“Eran algo más que amigos, pero menos que amantes”, dice Stourton, que insiste en que no encontró en las cartas ninguna prueba de que Juan Pablo II rompiera el voto de castidad.

La correspondencia muestra “un combate para contener lo que era seguramente una relación muy intensa”, agrega el periodista.

“Algunas mujeres a veces suelen enamorarse de sacerdotes, esto siempre plantea un problema”, comentó a la AFP el padre Boniecki, que dirigió durante años en Roma la edición polaca del Osservatore Romano, antes de convertirse en redactor jefe del prestigioso semanario católico polaco Tygodnik Powszechny.

“Si ella estaba enamorada del cardenal Wojtyla no era desde luego la única en estarlo”, observa el padre Boniecki, autor de “Kalendariu”, una crónica diaria muy detallada de la vida de Juan Pablo II.

Tymieniecka “tradujo al inglés uno de los libros de Karol Wojtyla y lo hizo conocer en los medios universitarios estadounidenses”, afirma. Pero “esta traducción generó tensiones entre ellos”, recuerda.

La primera carta está fechada en 1973, año del primer encuentro entre Tymieniecka y Wojtyla. La última fue escrita unos meses antes de la muerte de Juan Pablo II, ocurrida el 2 de abril de 2005.

En su autobiografía, publicada en 1996, Juan Pablo II evocaba sus años de instituto y escribía que en esa época, su “vocación sacerdotal no estaba todavía madura”.

“Algunas personas piensan que probablemente si un joven muestra una inclinación religiosa así, y no va al seminario, es una señal de que otros amores o predilecciones ocupan su corazón”, escribía. “Pero (...) en esa época, yo moría de pasión por la literatura y por encima de todo por el teatro”, afirmaba.

Los años de juventud de Karol Wojtyla antes de ordenarse sacerdote fueron objeto de muchas especulaciones. El Vaticano emitió en 1979 un desmentido oficial para terminar con el rumor de que había tenido una “novia”.

Las obras de teatro de su autoría y su libro “Amor y responsabilidad”, escritos cuando era profesor de teología en Cracovia, han contribuido a alimentar los rumores sobre sus amores de adolescente.

En 1979, un libro escrito por los periodistas de investigación Carl Bernstein y Marco Politi identificaron a dos chicas, Ginka Beer y Halina Krolikiewicz, como dos amigas muy cercanas al joven Wojtyla.

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