La Conferencia anunció, mediante un comunicado, que buscará “otro socio” para llevar adelante el proyecto, por los fuertes disensos con el hasta ahora director de las investigaciones: el criminólogo Christian Pfeiffer.
Los obispos alemanes encargaron a este investigador el estudio en 2010, tras el escándalo desatado tras salir a relucir los casos de abusos sexuales masivos a menores en instituciones eclesiásticas, durante décadas y en prácticamente todas las diócesis del país.
Según medios alemanes, la Iglesia da por “lamentablemente rota” la “relación de confianza” con Pfeiffer y considera inviable seguir adelante con el proyecto.
El criminólogo, por su parte, acusa al obispado de censura, en declaraciones hoy al diario “Süddeutsche Zeitung”, por pretender impedir la difusión de algunos de los apartados de sus investigaciones.
La comisión que dirige Pfeifer fue creada para esclarecer los casos de abusos en instituciones católicas y se consideró un paso decisivo por parte de la Conferencia Episcopal para la transparencia de esas investigaciones.
El equipo, adscrito al Instituto de Investigaciones de Criminología del estado federado de Baja Sajonia (centro), recibió el encargo de realizar ese estudio, sustentado en actas personales recabadas desde 1945.
Ello les permitió el acceso a datos y material almacenados en los archivos eclesiásticos, lo que desde el principio topó con las protestas de las diócesis más conservadoras.
La Iglesia católica tiene en Alemania unos 24,6 millones de fieles, aproximadamente los mismos que la evangélica.