La bebida, que en algunas zonas llegó a venderse con un contenido puro de metanol, ha dejado víctimas en seis condados en el centro del país, incluida su capital, Nairobi, informaron fuentes gubernamentales al rotativo Daily Nation.
El metanol, usado como disolvente en la industria keniana, puede emborrachar a quien lo consume, pero con efectos sobre la salud que pueden ir desde ceguera permanente hasta hipotensión, coma y la muerte por insuficiencia respiratoria.
En algunos condados como Makueni, el alcohol mortal, apodado “Countryman” ("Campesino") se distribuyó con un contenido del cien por cien de metanol, y en Embu el disolvente representaba el 70 por ciento del licor “Wings” ("Alas"), informo el ministro de Salud, James Macharia.
Algunas de estas bebidas se han comercializado desde hace más de un año, según confirmaron fuentes próximas a la investigación al diario The Standard. “Esperamos que las agencias encargadas de hacer cumplir la justicia tomen las acciones oportunas”, remachó el ministro.
Macharia aclaró que el metanol nunca debe utilizarse para el consumo humano.
Expertos en salud pública han alertado de que numerosas destilerías ilegales están utilizando procesos artesanales para fabricar bebidas letales con un elevado contenido en metanol, y que se distribuyen principalmente en barriadas chabolistas y enclaves rurales.
Los primeros síntomas de la intoxicación son similares a los de la ingesta de alcohol convencional, pero al poco empeoran con náuseas y dolor abdominal, y en 24 horas se produce la pérdida de visión, ceguera incluso y el fallo renal y cerebral si no se recibe atención médica.
La Policía keniana ha realizado ya varias detenciones y continúa investigando el origen del alcohol, informó su portavoz, Zipporah Mboroki.
Las víctimas se registraron desde el lunes en los condados de Embu, Kiambu, Kitui, Makueni y Muranga, todos muy próximos a Nairobi, donde también ha habido intoxicados.