“La que impone las condiciones es la jefa del movimiento”, afirmó en diálogo con la prensa el jefe de Gabinete, luego de que el oficialismo quedara con un único precandidato a presidente. Este cuadro de candidatura única se configuró luego de que la mandataria diera su visto bueno a que uno de sus más estrechos colaboradores, el secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, Carlos Zannini, sea compañero de fórmula del aspirante a la Presidencia Daniel Scioli, actual gobernador de Buenos Aires.
La inclusión de Zannini, hombre clave del kirchnerismo, en la fórmula encabezada por Scioli movió al otro precandidato presidencial que tenía el oficialismo, el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, se bajara este jueves de la carrera electoral. “El ministro (Randazzo) pretendía que en las listas de Scioli no hubiera ningún candidato kirchnerista”, dijo hoy Aníbal Fernández.
El jefe de Gabinete aseguró que fue el propio Randazzo quien desistió de ser precandidato y no aceptó ser candidato único del oficialismo en las elecciones para gobernador de la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral de Argentina. Según explicó el jefe de Gabinete, ante la negativa de Randazzo a ser candidato a gobernador, Cristina Fernández “tomó la decisión” este jueves, como “jefa del movimiento peronista”, el oficialismo elija en las primarias de agosto entre varios precandidatos quién será su aspirante a la gobernación bonaerense en los comicios de octubre.
Por su parte, Randazzo aseguró hoy en su perfil en la red social Twitter que “competir contra Zannini significaba competir contra Cristina Fernández”. Aclaró además que nunca dijo que la mandataria le impidiera participar en las primarias. “Nunca haré nada que dañe a Cristina Fernández. Solo tengo agradecimiento para con ella”, dijo.