El pontífice lo declaró al recibir en audiencia en el Vaticano a los participantes de la XXXI edición de la Conferencia Internacional para el Control de Drogas (IDEC).
“Quiero expresar con total claridad que la droga no se derrota con la droga. La droga es un mal y con el mal no puede haber cesiones o compromisos”, dijo Francisco en el discurso que publicó la oficina de prensa del Vaticano.
Para el papa argentino, no “resuelve el problema” consentir el uso de psicofármacos a las personas que continúan usando droga y agregó que “las drogas sustitutivas tampoco son una terapia suficiente, sino un modo velado de rendirse ante este fenómeno”.
Sobre la legalización de las llamadas drogas blandas, Francisco explicó que “además de ser discutible desde el punto de vista legislativo, no produce los efectos que se habían prefijado”.
Y reiteró, como había dicho en otras ocasiones, su “no, a cualquier tipo de droga”.
La ocasión de hoy sirvió al Papa para denunciar que “el flagelo de la droga continua avanzando de manera y dimensiones impresionantes alimentado por un mercado infame, que va más allá de las fronteras nacionales o continentales”.
El pontífice mostró su “dolor y preocupación” sobre todo porque “crece el peligro para los jóvenes y los adolescentes”.
Para el papa Bergoglio, quien dice “sí” a la vida, al amor, a la educación y al trabajo, “no encuentra sitio para la droga, el abuso de alcohol u otras dependencias”.
El papa argentino puso como ejemplo a “tantos jóvenes que quieren librarse de la dependencia de la droga, y que se empeñan para reconstruir su vida” y dijo que son “un estímulo a mirar hacia delante con confianza”.
Por otra parte, a los participantes de la Conferencia Internacional para el Control de Drogas les deseó “que logren los objetivos de coordinar las políticas antidroga, compartir información y desarrollar una estrategia operativa contra el narcotráfico”.