Presunto homicida del cantautor Víctor Jara podría ser expulsado de EE.UU.

SANTIAGO. Un exoficial procesado como presunto autor del homicidio del cantautor Víctor Jara podría ser expulsado de EE.UU., donde vive desde hace varios años, según un informe que consigna que habría falseado la documentación para obtener residencia.

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Según dijeron hoy fuentes del juicio en Santiago, el informe elaborado por el juez del caso, Miguel Vásquez, dice que de ser confirmadas las irregularidades del ingreso migratorio del exteniente Pedro Barrientos a Estados Unidos podría ser expulsado de ese país y complicar el proceso de extradición y, por lo tanto, su comparecencia en Chile.

“Yo creo que si se está investigando cómo obtuvo la nacionalidad (estadounidense) es porque se requiere establecer si hubo fraude o respecto de ese hecho, porque podría ser constitutivo de un delito y complicar el tema de la extradición”, precisó el abogado Nelson Caucoto, que representa en el juicio a la familia de Víctor Jara.

Según el abogado, “hay que estar atento respecto de lo que pasa en Estados Unidos, porque indudablemente va a tener repercusión”.

La Justicia estadounidense recibió en marzo pasado la solicitud de extradición de Barrientos por el crimen de Jara, pero optó por iniciar una investigación ante el presunto delito de falsificación de la documentación para obtener la ciudadanía estadounidense.

Barrientos vive actualmente en el estado de Florida, y es, junto al también exoficial Hugo Sánchez Marmontiel, el principal acusado en el caso, como presunto autor material del homicidio del cantautor, ocurrido el 16 de septiembre de 1973.

También se encuentran procesados como cómplices del crimen los oficiales retirados Juan Jara Quintana, Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Hasse Mazzei, Luis Bethke Wulf, Roberto Souper Onfray y Jorge Smith Gumucio.

Jara murió tras recibir 44 balazos después de ser torturado durante varios días en el Estadio Chile de Santiago, que actualmente lleva su nombre.

Como parte de la tortura, los militares golpistas le trituraron sus manos con la culata de sus fusiles.
El homicidio se produjo solo cinco días después del golpe de Estado de Augusto Pinochet, que derrocó al Gobierno socialista de Salvador Allende, y es uno de los casos más emblemáticos de las violaciones a los derechos humanos cometidas en Chile por la dictadura (1973-1990). 

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