Abadi “ordena el castigo inmediato de los terroristas condenados a muerte y cuyas penas han llegado al grado decisivo” declaró en un comunicado, en alusión a que todas las apelaciones de los reos han sido agotadas y la pena capital ratificada por la presidencia de la República.
Ello implica la muerte de unas 300 personas, entre ellas mujeres y extranjeros, que fueron condenadas por formar parte del EI, según datos del poder judicial divulgados en abril. Además hay otro tanto número de yihadistas condenados cadena perpetua. La mayoría de esas personas son turcos u oriundos de exrepúblicas soviéticas.