“Llama poderosamente la atención la acostumbrada promoción del canciller Muñoz a favor de ciudadanos vinculados a la derecha venezolana, incursos en graves delitos contra el orden constitucional y legal de Venezuela”, señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano en un comunicado.
Con este escrito la Cancillería de la nación caribeña ratificó el contenido de un comunicado difundido ayer en relación a la detención del periodista chileno-venezolano Braulio Jatar, apresado hace dos semanas, un texto al que Chile respondió poco después con un “categórico” rechazo, del que a su vez Venezuela vuelve a responder hoy.
Chile pidió a Venezuela hace dos días garantizar “las normas mínimas” de una detención, dar a conocer “de inmediato” el lugar de reclusión de Jatar, y que pueda ser visitado por sus abogados y familiares.
Venezuela consideró “injerencistas” las peticiones chilenas.
En el comunicado de hoy rechaza “categóricamente el doble estándar en materia de Derechos Humanos de la Cancillería chilena”, que, dijo, “hace uso político del caso de un ciudadano venezolano”.
Venezuela sostiene que Jatar es venezolano y con domicilio en el país caribeño y está siendo investigado por delitos supuestamente cometidos en esta nación, por lo que la “eventual ostentación de otra nacionalidad no viene al caso y menos puede constituirse en credencial de impunidad de ninguna naturaleza”.
El texto venezolano insiste en que Muñoz “guarda silencio deliberadamente sobre las verdaderas violaciones de los derechos fundamentales de pueblos enteros, que su concepción parcializada y de doble estándar no le permite ver en razón de sus intereses políticos e ideológicos alineados con los centros imperiales”.
Pero que en cambio “infundadamente agrede a los Gobiernos de países cuyas democracias son garantes de los derechos humanos”.
Venezuela reiteró que su soberanía “no permite tutelaje de ningún Gobierno del mundo, y mucho menos de un funcionario que sistemáticamente ataca los procesos de unidad e integración” de la región y “calla frente a golpes de Estado, para gozar de los favores y guiños de potencias extranjeras”.
Jatar, de 58 años, fue detenido el pasado 3 de septiembre, junto a una treintena de personas, un día después de que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, realizara un recorrido en la comunidad popular de Villa Rosa, en la oriental Isla de Margarita, en el estado Nueva Esparta.
Luego del recorrido de Maduro, se difundieron en redes sociales varios videos de protestas contra el jefe de Estado venezolano en dicha localidad.
El periodista es la única persona que permanece detenida ya que el resto fue puesto en libertad a las pocas horas.
Un tribunal venezolano imputó a Jatar el lunes pasado por la presunta comisión de los delitos de “extorsión, fraude, legitimación de capitales y contra el orden constitucional y democrático en Venezuela”.
Ayer se supo que el detenido fue trasladado desde la sede del Servicio Boliviariano de Inteligencia (Sebin) en Porlamar (Nueva Esparta, noreste) a la cárcel “26 de julio”, ubicada en el céntrico estado Guárico.