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La advertencia de Rusia ocurre un día después de que el gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, reconoció a Juan Guaidó, un líder opositor, como el presidente interino de Venezuela, lo que indignó al presidente Nicolás Maduro, quien ordenó expulsar a todos los diplomáticos estadounidenses.
Estados Unidos dijo que ignoraría la orden de expulsión y que no descartaba una intervención militar en el país que tiene abundantes reservas de petróleo y donde las dificultades económicas y la represión política han escalado hasta convertirse en una enorme crisis.
“Cualquier intervención externa es muy peligrosa”, dijo Dmitri S. Peskov, vocero del presidente ruso, Vladimir Putin, a los reporteros en Moscú. “Consideramos el intento para usurpar el poder supremo en Venezuela como ir en contra de las bases y los principios de la ley internacional”.
Moscú ha sido un aliado cercano de Venezuela durante más de una década, al apuntalar su economía deteriorada con miles de millones de dólares en préstamos, así como en apoyo militar.
Los asesores de Maduro rechazaron la juramentación como presidente encargado que Guaidó hizo el 23 de enero, en un mitin en Caracas en contra del gobierno, que atrajo a decenas de miles de simpatizantes y fue vitoreada por varios países vecinos y por Estados Unidos. Estos sucesos representan la mayor amenaza hasta el momento al gobierno de Maduro.
Catorce personas murieron en los enfrentamientos entre las fuerzas policiales venezolanas y los manifestantes, así como en otros hechos violentos relacionados con la situación política, según el Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos, Provea.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia emitió una serie de declaraciones mordaces, particularmente en referencia a la posibilidad de una intervención militar estadounidense en Venezuela.
“Las señales provenientes de ciertas capitales que indican la posibilidad de interferencia militar externa lucen particularmente inquietantes”, dijo el ministerio. “Advertimos en contra de tales acciones imprudentes, que amenazan consecuencias catastróficas”.
No especificó cuáles pueden ser dichas consecuencias.
Serguéi Lavrov, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, acusó a Estados Unidos de hipocresía al acusar a Rusia de interferir en las elecciones estadounidenses cuando Washington ha intervenido descaradamente en los asuntos internos de Venezuela.
También dijo que los indicios de una intervención armada eran particularmente alarmantes.
“Esta es injerencia en los asuntos internos del Estado y, como saben, hubo un claro intento de destituir a Nicolás Maduro del poder”, dijo Lavrov en una conferencia de prensa en Argel, la capital de Argelia, donde estaba de visita. También indicó que Estados Unidos ha estado involucrado en planes para “eliminarlo físicamente [a Maduro]”.
“El que Estados Unidos y algunos otros países hayan reconocido al autoproclamado presidente muestra que desempeñaron un papel directo en la crisis de Venezuela”, dijo Lavrov y agregó que un país con dos líderes llevará “al caos y la inestabilidad”.
El ministro dijo que Rusia estaba lista para unirse con otros “países responsables” para lanzar un diálogo nacional entre venezolanos y evitar llamados a derrocar al gobierno legítimo.
“Apelamos a la oposición venezolana, que espero dé prioridad a los intereses nacionales de su propio país”, dijo Lavrov. “Los exhortamos a no convertirse en peones en el juego criminal y muy sucio de alguien más”.
Todo tipo de funcionarios rusos opinaron al respecto, con algunas acusaciones más inusuales que otras. Vyacheslav Volodin, presidente de la Duma —la Cámara Baja del parlamento ruso—, indicó que bajo presión de Washington, algunas compañías de las redes sociales han retirado las verificaciones que confirman el estatus oficial de las cuentas de Maduro.
Durante años, Moscú ha sido un amigo clave y aliado de Caracas en sus tensas relaciones con Washington.
Apenas en diciembre, Rusia envió una pequeña flotilla de aeronaves a Venezuela como muestra de solidaridad con Maduro, incluidos dos bombarderos Tu-160 con capacidad nuclear que volaron casi 10.000 kilómetros.
Lo más importante, ha dado a Venezuela más de 10.000 millones de dólares en asistencia financiera en los últimos años. A cambio, Rosneft, la compañía petrolera estatal rusa, ha adquirido acciones en el sector energético de Venezuela.
Venezuela también ha sido uno de los mercados más grandes para las exportaciones de armas rusas a América Latina. Firmó treinta contratos con valor de 11.000 millones de dólares desde 2005 hasta 2013, de acuerdo con la agencia informativa Tass.
Peskov declinó comentar qué podría pasar con los préstamos si el gobierno de Maduro es derrocado, tampoco especuló si Rusia podría ofrecerle asilo, al recalcar que desde el punto de vista del Kremlin él continúa siendo el “presidente legítimo” de Venezuela.
El Kremlin no estaba en contacto con Estados Unidos sobre el tema, señaló.