Hizo justicia al pueblo y la aplaudimos… Cuando el ministro de la Función Pública calificó de estafa a la ciudadanía la matriz salarial, aprobada en Diputados, aplaudimos. Cuando funcionarios públicos, médicos entre ellos, denuncian irregularidades en la función pública, aplaudimos. Pero cuando ellos por esos motivos son trasladados o despedidos no hacemos nada.
La magistrada que osadamente falló a favor del pueblo pareciera una pequeña luz al final del túnel, pero si nosotros no la acompañamos, es casi seguro de que la marginan, la apartan o la destituyen. Debemos defender a las personas que tratan de cumplir con honor la función en la que se desempeñan como autoridades.
Hay veces que algún funcionario público trata defender nuestros derechos y dejamos que se los castigue de una u otra forma injustamente. Si no defendemos estos intentos de cambio, si no protegemos a esas personas; cómo podemos reclamar justicia y respeto a nuestros derechos.
Debemos analizar con seriedad y responsabilidad qué es lo que está sucediendo en nuestra sociedad, y para eso debemos organizarnos, buscar mecanismos para encontrar la solución y actuar en consecuencia, de lo contrario no podemos pretender que esa luz pequeña y lejana que se divisa al final del túnel, siga siendo la esperanza del cambio soñado. ¿Hasta cuándo Paraguay veremos esa luz?, ¿hasta cuándo?
Pedro Arsenio Riso Ramos