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La relación entre humanos y perros data de siglos atrás, y durante este tiempo, hemos atribuido ciertas emociones humanas a nuestros compañeros peludos. Uno de los comportamientos más interesantes que observamos en los perros es el llamado “ojos de culpa” o “carita triste”.
Esta expresión, que muchos dueños de mascotas interpretan como una señal de remordimiento, ha generado curiosidad entre científicos y psicólogos. ¿Realmente sienten culpa los perros, o es simplemente un comportamiento aprendido para manipularnos?
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La percepción humana de culpa en los perros
Los dueños de perros a menudo interpretan las expresiones faciales y el lenguaje corporal de sus mascotas como signo de remordimiento. Un perro que ha sido reprendido puede mostrar gestos como evitar el contacto visual, agachar la cabeza o encorvar las orejas.
Sin embargo, es crucial entender que la percepción humana de estas señales no necesariamente refleja el estado emocional del perro.
Comprendiendo el comportamiento canino
1. La “carita triste”: un comportamiento aprendido. Los perros son animales altamente adaptables que observan y responden al comportamiento humano. Si un perro recibe una reacción positiva (por ejemplo, una menor reprimenda o caricias) al mostrar una expresión de culpa, es probable que repita este comportamiento en el futuro, ya que ha aprendido que produce un resultado favorable.
2. La cognición canina y la emoción de culpa. A pesar de que los perros son emocionales y extremadamente perceptivos, no hay suficiente evidencia científica que respalde que tengan la misma capacidad cognitiva para experimentar culpa como lo hacen los humanos.

La emoción de culpa implica la capacidad de reflexionar sobre una acción pasada y comprender las implicaciones morales de esa acción, un proceso mental complejo que puede estar más allá de las capacidades de un perro.
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3. Estudios científicos. Un estudio icónico realizado por Alexandra Horowitz en 2009 reveló que los comportamientos que los humanos asociamos con la expresión de culpa en los perros a menudo se dan independientemente de si el perro realmente realizó una acción incorrecta. Más bien, estos comportamientos estaban relacionados con la respuesta del dueño.
¿Manipulación consciente o comportamiento natural?
Dado que los perros son expertos en leer el lenguaje corporal y las señales emocionales humanas, podrían no estar manipulando de manera consciente, sino respondiendo instintivamente para mantener la armonía y recibir recompensas.
Por otro lado, la evolución podría haber favorecido rasgos que permiten a los perros obtener socialmente beneficios de los humanos, bien sea adoptando rasgos juveniles o expresiones que despiertan la empatía humana.
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La “carita triste” es más un reflejo de la respuesta del perro al lenguaje corporal y el tono de voz del dueño que una comprensión del concepto de culpa. En última instancia, ya sea por manipulación consciente o instinto natural, este comportamiento sigue destacando el vínculo estrecho y notablemente complejo entre los perros y los humanos.