El Kooikerhondje data del siglo XVI y fue criado específicamente para ayudar en la caza de aves acuáticas. Su función principal era atraer patos a trampas de agua conocidas como “eendenkooi”, de ahí su nombre, que significa “perro de jaula de patos” en holandés.
La habilidad natural del Kooikerhondje para atraer patos se debe a su distintiva cola con plumas blancas, que mueve de manera atractiva para incitar la curiosidad de las aves.
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La raza enfrentó un declive crítico en el siglo XX debido a la disminución de la caza con trampas y el impacto de las guerras mundiales.
Para el final de la Segunda Guerra Mundial, había tan solo una docena de Kooikerhondjes. Sin embargo, a un esfuerzo de restauración conservacionista liderado por la baronesa Van Hardenbroek van Ammerstol se le atribuye haber salvado a estos caninos históricos de la extinción.
Características del Kooikerhondje
El Kooikerhondje es un perro mediano de aproximadamente 35 a 40 centímetros de altura, con un peso de alrededor de 9 a 11 kilogramos.
Tiene un pelaje rojizo y blanco, denso y brillante, con orejas negras conocidas como “pendientes”, y una característica cola emplumada que es a menudo el centro de su atractivo.
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Son conocidos por su personalidad alegre, curiosidad y energía. Adecuados para la vida familiar, los Kooikerhondjes son inteligentes, leales y sociables. Requieren una cantidad moderada de ejercicio diario y son fáciles de entrenar debido a su deseo natural de complacer a sus dueños.
Renacimiento y popularidad del perro Kooikerhondje
La conservación del Kooikerhondje comenzó con una búsqueda exhaustiva de descendientes de la raza original, en la que finalmente se identificó y cruzó ejemplares para reconstruir la población de la raza.
Este renacimiento permitió que el Kooikerhondje fuera reconocido oficialmente por la Fédération Cynologique Internationale en 1971.
Actualmente, el Kooikerhondje goza de popularidad no solo en los Países Bajos, sino también en otras partes de Europa y América del Norte.
Su número ha crecido considerablemente, y ahora son criados tanto como compañeros de familia como participantes en exhibiciones de conformación de perros y deportes caninos.
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El Kooikerhondje es un testimonio de la resiliencia y esfuerzo de los criadores dedicados a preservar un importante patrimonio canino.
Este perro de caza holandés, que una vez estuvo al borde de desaparecer, ahora florece como una raza querida mundialmente. Con su combinación de historia, apariencia encantadora y naturaleza amistosa, el Kooikerhondje ha asegurado su lugar no solo en la historia, sino también en los corazones de los amantes de los perros de todo el mundo.