Todo sobre el glaucoma en perros: señales de alerta y razas en riesgo

El glaucoma canino, una amenaza silente que afecta a razas como el Cocker Spaniel y otras, puede desencadenar ceguera rápidamente. Conocer sus síntomas y riesgos es crucial para preservar la visión de nuestros fieles compañeros.

Perro con problemas oculares, imagen ilustrativa.
Perro con problemas oculares, imagen ilustrativa.Shutterstock

Qué es el glaucoma canino y por qué preocupa

El glaucoma es un aumento anormal de la presión dentro del ojo que daña el nervio óptico y la retina.

En perros, suele progresar más rápido que en humanos y puede llevar a ceguera temprana si no se detecta y trata a tiempo.

La American College of Veterinary Ophthalmologists (ACVO) y el Merck Veterinary Manual describen dos grandes formas: primaria (ligada a la anatomía del ángulo de drenaje del ojo, con fuerte componente hereditario) y secundaria (derivada de otras enfermedades oculares como uveítis, luxación del cristalino o cataratas avanzadas).

Las razas con mayor predisposición reportada

Perro con problemas oculares, imagen ilustrativa.
Perro con problemas oculares, imagen ilustrativa.

Manuales y registros especializados, como ACVO, el registro CAER/OFA (Eye Certification Registry) de exámenes oculares y compilaciones clínicas citadas por Merck, coinciden en señalar razas con riesgo significativamente superior al promedio para glaucoma primario de ángulo cerrado u abierto.

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Entre las más mencionadas:

  • Cocker Spaniel (estadounidense e inglés)
  • Basset Hound
  • Chow Chow
  • Shar-Pei
  • Beagle
  • Siberian Husky
  • Samoyedo
  • Caniche/Poodle (miniatura y mediano)
  • Boston Terrier
  • Elkhound noruego

Además, ciertas razas de terrier (por ejemplo, Jack Russell/Parson Russell y Fox Terrier) presentan predisposición a la luxación primaria del cristalino, una causa frecuente de glaucoma secundario.

Registros clínicos y programas de vigilancia veterinaria (por ejemplo, VetCompass y OFA Eye Certification) han documentado tasas de presentación elevadas en estos grupos, con casos bilaterales a lo largo de la vida del animal.

Qué explica el riesgo en algunas razas

La anatomía del ángulo iridocorneal (donde drena el humor acuoso) es clave. En razas predispuestas se observan variaciones hereditarias como pectíneo displásico o ángulos estrechos que dificultan el drenaje, elevan la presión intraocular y favorecen ataques agudos.

En terriers con luxación del cristalino, el desplazamiento del lente puede obstruir el flujo y disparar glaucoma secundario.

La herencia poligénica y, en algunos casos, mutaciones identificadas, sustentan los programas de selección y tamizaje recomendados por sociedades oftalmológicas veterinarias.

Señales de alerta que suelen pasarse por alto

Perro con problemas oculares, imagen ilustrativa.
Perro con problemas oculares, imagen ilustrativa.

La presentación puede ser súbita o insidiosa. Señales frecuentes según ACVO/Merck:

  • Ojo rojo, dolor ocular (frotarse la cara, evitar la luz), lagrimeo o secreción
  • Pupila dilatada que responde poco a la luz
  • Córnea opaca o azulado blanquecino
  • Visión nocturna reducida, tropiezos, inseguridad en escaleras
  • Ojo agrandado en cuadros crónicos

Ante cualquiera de estos signos, conviene consultar de inmediato: si sospechás un ataque agudo, buscá atención veterinaria de urgencia.

Lo que podés hacer si convivís con una raza en riesgo

  • Programá controles oftalmológicos regulares desde la adultez temprana.
  • Aprendé a reconocer signos sutiles y actuá rápido si aparecen.
  • Consultá sobre gonioscopía y, si corresponde, pruebas genéticas disponibles para tu raza.

La evidencia disponible sugiere que la detección temprana y el acceso rápido a tratamiento especializado son los factores con mayor impacto para retrasar la pérdida visual en razas de alto riesgo.

Si convivís con una de ellas, un plan proactivo con tu veterinario puede marcar una diferencia sustantiva.

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