Por qué esta raza requiere cuidados extra
- Los pliegues retienen humedad, calor y restos orgánicos, un caldo de cultivo para bacterias y levaduras.
- La raza muestra predisposición a dermatitis atópica, piodermas recurrentes y demodicosis, de acuerdo con la American College of Veterinary Dermatology (ACVD).
- La mucinosis cutánea típica del shar pei y una barrera cutánea más frágil facilitan irritaciones.
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Higiene: baños útiles, no excesivos

- Usá champús para perros de pH balanceado; evitá productos humanos y perfumes. En brotes, el veterinario puede indicar antisépticos (por ejemplo, clorhexidina) o antifúngicos.
- Frecuencia orientativa: durante episodios, 1–2 veces por semana; en mantenimiento, cada 3–4 semanas, según respuesta de la piel.
- Enjuagá a fondo y secá completamente después del baño para que no quede humedad entre pliegues.
Secado y manejo de pliegues
- Secá con toalla y luego con aire frío o tibio, levantando suavemente cada pliegue hasta que no haya humedad.
- Para limpieza diaria, optá por gasas o toallitas específicas para pliegues cutáneos; evitá talcos y cremas oclusivas que “empasten” la piel.
- Si hay enrojecimiento persistente, olor fuerte o secreción, suspendé la limpieza cosmética y consultá.
Señales de alerta que ameritan consulta
- Picazón intensa, rascado o frotado continuo.
- Olor rancio, piel engrasada, zonas ennegrecidas o engrosadas.
- Pústulas, costras, caída de pelo en parches.
- Otitis recurrente (sacudidas de cabeza, mal olor en oídos).
- Lesiones que no mejoran en 7–10 días con higiene básica.
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Dieta, alergias y suplementos

- Las alergias ambientales son frecuentes; también puede haber sensibilidad alimentaria. Bajo guía veterinaria, una prueba con dieta hidrolizada o novel suele durar varias semanas sin “premios” extras.
- Ácidos grasos omega-3 (EPA/DHA) ayudan a la barrera cutánea y a modular la inflamación; pedí la dosis al profesional según peso.
- Elegí alimentos completos y balanceados; los déficits de nutrientes pueden empeorar la piel y el pelaje.
Control de parásitos y levaduras
- Mantené un plan regular contra pulgas y ácaros; la demodicosis (ácaro Demodex) puede emerger con defensas bajas o predisposición racial.
- Malassezia pachydermatis, una levadura común en pliegues, produce picazón y olor; se aborda con higiene dirigida y, si hace falta, tratamientos tópicos u orales indicados por el veterinario.
- Evitá antibióticos “por las dudas”: la ACVD y la WSAVA recomiendan confirmar con citología o cultivo para reducir resistencia antimicrobiana.
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Ambiente y rutina diaria

- Secá luego de paseos bajo lluvia o humedad alta. La humedad sostenida en pliegues dispara brotes.
- Lavá y secá con frecuencia las mantas y camas; elegí telas transpirables.
- Brushing suave con guante de goma una o dos veces por semana ayuda a remover descamación y distribuir aceites naturales.
Qué productos elegir (y cuáles evitar)
- Preferí champús suaves, toallitas para pliegues y soluciones otológicas veterinarias.
- Evitá vinagre, bicarbonato, aceites esenciales y remedios caseros que irritan o alteran el pH.
- No uses corticoides sin diagnóstico; pueden enmascarar infecciones y agravar recaídas.
Qué hará el veterinario dermatólogo
- Examen con citología de piel y oídos, raspados para ácaros, a veces cultivos o biopsia si hay lesiones crónicas.
- Plan escalonado: higiene terapéutica, control de parásitos, manejo de alergias y, si corresponde, inmunoterapia o fármacos antipruriginosos modernos.
- Revaluaciones periódicas para ajustar la frecuencia de baños y productos según la respuesta de la piel.