¿Qué problemas de salud puede causar la falta de ejercicio en perros?

La inactividad en perros se convierte en una amenaza silenciosa, elevando riesgos de obesidad y enfermedades crónicas. Con un alarmante 55% de caninos con sobrepeso, los expertos insisten: el ejercicio diario es esencial para una vida sana y longeva.

Tres bulldogs ingleses en una hamaca.
Tres bulldogs ingleses en una hamaca.EyeEm Mobile GmbH

Por qué importa el movimiento

La inactividad en perros no solo reduce gasto calórico: impacta en metabolismo, articulaciones, conducta, respiración y longevidad.

Organizaciones como la World Small Animal Veterinary Association (WSAVA) y la American Veterinary Medical Association (AVMA) señalan que el ejercicio diario, junto con alimentación adecuada, es pilar preventivo de la salud canina.

Obesidad y síndrome metabólico

Obesidad en mascotas.
Obesidad en mascotas.
  • Exceso de peso: encuestas de la Association for Pet Obesity Prevention estiman que entre 55% y 60% de los perros de compañía presentan sobrepeso u obesidad. La WSAVA considera la adiposidad una enfermedad crónica con inflamación de bajo grado.
  • Riesgos asociados: resistencia a la insulina, dislipidemias, mayor incidencia de pancreatitis, presión arterial elevada y menor expectativa de vida. Un estudio longitudinal de Purina mostró que perros con condición corporal magra vivieron casi dos años más que sus pares con sobrepeso.
  • Razas en riesgo: labradores, beagles, razas pequeñas de interior y animales castrados muestran mayor predisposición al aumento de peso, según datos de la Royal Veterinary College (VetCompass).

Articulaciones: dolor que se agrava con el sedentarismo

  • Osteoartritis: afecta a una proporción significativa de perros adultos y se agudiza con el exceso de peso y la falta de movimiento. La American College of Veterinary Surgeons describe que cada kilo adicional incrementa la carga en caderas, rodillas y codos.
  • Lesiones: el desentrenamiento reduce fuerza y propiocepción, elevando el riesgo de rupturas de ligamentos y esguinces tras esfuerzos repentinos.
  • Círculo vicioso: el dolor lleva a moverse menos; moverse menos empeora el dolor. Programas de ejercicio controlado y fisioterapia rompen esa espiral, indican guías de rehabilitación veterinaria.

Corazón y respiración

Bulldog inglés.
Bulldog inglés.
  • Capacidad aeróbica: la inactividad disminuye la tolerancia al esfuerzo y favorece la fatiga temprana.
  • Vías aéreas: en braquicéfalos (bulldog, pug), el exceso de peso y la baja condición física agravan el síndrome obstructivo de vías respiratorias. La WSAVA recomienda manejo del peso y ejercicio moderado y frecuente, evitando calor y picos de intensidad.

Salud mental y comportamiento

  • Estrés y ansiedad: la falta de actividad física y olfativa se relaciona con ladridos excesivos, destructividad y estereotipias, según la RSPCA y la ASPCA.
  • Sueño y regulación emocional: el ejercicio regular mejora la calidad del descanso y reduce la reactividad. En perros jóvenes, canaliza energía y facilita el aprendizaje de autocontrol.

Endocrino y digestivo

  • Diabetes mellitus: el sobrepeso y la inactividad favorecen la resistencia a la insulina, aumentando el riesgo en ciertas razas predispuestas.
  • Pancreatitis: el exceso de grasa corporal y dietas hipercalóricas elevan la probabilidad de episodios, con cuadros dolorosos y vómitos.
  • Otros efectos: la obesidad se asocia con mayor incidencia de incontinencia urinaria en hembras esterilizadas y dermatitis en pliegues cutáneos.

¿Cuánto ejercicio necesitan?

  • Guías generales: entre 30 minutos y 2 horas diarias de actividad, repartidas en sesiones, según edad, tamaño, estado de salud y nivel de energía.
  • No todo es correr: caminar a paso vivo, juegos de buscar, olfateo dirigido, entrenamiento con refuerzo positivo y ejercicios de bajo impacto (natación, trote suave) suman.
  • Señal de ajuste: si pensás “se cansó rápido”, bajá la intensidad y aumentá las pausas. Si boquea en exceso, cojea o rehúsa moverse, requiere evaluación veterinaria.

Sedentarismo y cachorros/adultos mayores

  • Cachorros: el desentrenamiento limita el desarrollo músculo-esquelético y cognitivo. Se recomienda actividad variada y controlada, evitando saltos altos sostenidos.
  • Mayores: la inactividad acelera sarcopenia y rigidez articular. Caminatas frecuentes, superficies antideslizantes y ejercicios de propiocepción ayudan a mantener autonomía.

Cómo empezar sin riesgos

  • Regla de progresión: aumentos semanales modestos de tiempo o distancia, priorizando regularidad sobre intensidad.
  • Peso saludable: usar la escala de condición corporal (BCS 1–9) validada por WSAVA; apuntar a 4–5. Un veterinario puede enseñar a palpar costillas y cintura.
  • Clima y suelo: evitar horas de calor, hidratar y preferir superficies que no quemen almohadillas. Arnés cómodo y correa acorde al tamaño reducen tirones y lesiones.

Señales de alerta que ameritan consulta

  • Intolerancia marcada al ejercicio, colapso, tos persistente o respiración ruidosa.
  • Cojeras, rigidez matinal que dura más de unos minutos, dificultad para subir escaleras.
  • Aumento rápido de peso, abdomen abultado, polidipsia o poliuria.
  • Cambios conductuales: apatía, irritabilidad, trastornos del sueño o ansiedad creciente.

Claves para hogares urbanos

  • Micro-sesiones: varias salidas cortas suman tanto como una larga.
  • Enriquecimiento indoor: alfombras olfativas, rompecabezas de comida, target y trucos sencillos.
  • Rutina realista: si vivís con horarios variables, agendá bloques breves fijos y usá recordatorios. Un paseador responsable o guardería canina pueden complementar.
Enlace copiado