La anatomía del cocker spaniel y su relación con la otitis externa: un análisis

Los cocker spaniels, con sus orejas pendulosas y canal auditivo propenso a infecciones, enfrentan un creciente desafío de salud: la otitis externa. Nuevas investigaciones revelan la alarmante frecuencia de este padecimiento, impulsando un llamado urgente a la educación sobre su cuidado.

Perro de la raza cocker spaniel.
Perro de la raza cocker spaniel.Bigandt_Photography

La anatomía que predispone

El cocker spaniel pertenece a las razas de oreja pendulosa, con pabellones largos que cubren el canal auditivo externo.

Ese “efecto tapa” limita el flujo de aire, eleva la humedad y la temperatura locales y dificulta el secado tras baños o natación.

Perro Setter Irlandés.
Perro Setter Irlandés.

Además, la presencia de pelo denso en el conducto y glándulas ceruminosas más activas favorece la acumulación de cerumen.

El resultado es un microambiente ideal para el sobrecrecimiento de bacterias (como Staphylococcus pseudintermedius) y levaduras (principalmente Malassezia pachydermatis), actores clave en la otitis externa que, si se repite, puede volverse crónica.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Qué dice la evidencia

Investigaciones epidemiológicas en atención primaria veterinaria (programa VetCompass del Royal Veterinary College) describen que la otitis externa es uno de los motivos de consulta más frecuentes en perros y que las razas con orejas caídas muestran mayor probabilidad de padecerla que las de pabellones erectos.

En esos análisis, el cocker spaniel aparece de forma consistente entre las razas con riesgo elevado, junto con otras de oreja pendulosa.

Cocker spaniel.
Cocker spaniel.

Revisión de literatura en revistas veterinarias clínicas coincide en que la combinación de conformación auricular, humedad y enfermedades de base (dermatitis atópica, hipersensibilidades alimentarias, hipotiroidismo) incrementa la recurrencia.

De la inflamación al problema crónico

Cuando la otitis se repite, el canal auditivo puede engrosarse, estrecharse y producir más cerumen; se forman proliferaciones y, con el tiempo, el tratamiento tópico penetra peor.

La inflamación persistente también puede alcanzar el oído medio si la membrana timpánica se compromete. Ese círculo vicioso explica por qué algunos casos se cronifican y exigen planes de manejo a largo plazo.

Señales de alerta y diagnóstico

Perro de la raza cocker spaniel.
Perro de la raza cocker spaniel.
  • Rascado de orejas, sacudidas de cabeza, mal olor, enrojecimiento, dolor al tocar, secreciones.
  • En cuadros crónicos: conductos engrosados, otalgia al abrir la boca, inclinación de la cabeza. El diagnóstico clínico requiere otoscopía para evaluar el canal y el tímpano. La citología del exudado orienta el tratamiento al identificar bacterias o levaduras predominantes. En casos recurrentes o complicados, el cultivo y antibiograma ayudan a seleccionar antibióticos sistémicos. La evaluación dermatológica paralela es clave para detectar alergias u otros disparadores.

Tratamiento: por qué no alcanza con “limpiar y ya”

Las guías clínicas recomiendan:

  • Limpieza auricular con soluciones adecuadas, según indicación veterinaria.
  • Terapia tópica dirigida (antimicrobianos, antimicóticos y antiinflamatorios) basada en citología.
  • Control del dolor y la inflamación, imprescindibles para revertir el proceso.
  • En recaídas frecuentes, abordar la causa primaria (atopia, parásitos, endocrinopatías). El uso indiscriminado de gotas con antibiótico sin diagnóstico favorece resistencias y falla terapéutica. En canales muy estenóticos o con enfermedad proliferativa, se consideran procedimientos como lavado bajo sedación o, en última instancia, cirugía.

Prevención y manejo a largo plazo

  • Secado cuidadoso después de baños o natación; evitá el uso de hisopos.
  • Limpieza profiláctica con productos indicados por el veterinario, no de forma excesiva.
  • Control de alergias ambientales o alimentarias cuando están presentes.
  • Grooming prudente: la depilación completa del conducto puede irritar y no se recomienda de rutina; el recorte para mejorar la ventilación puede ser útil caso a caso.
  • Revisión temprana ante cualquier signo; cuanto antes se trate, menor la chance de cronicidad.

Cría y bienestar: el factor conformacional

Organizaciones profesionales señalan que la selección por orejas extremadamente largas y pesadas puede agravar la predisposición.

Iniciativas de cría responsable apuntan a equilibrar rasgos estéticos con salud funcional, incluyendo canales auditivos más ventilados y menor profusión de pelo.

Qué preguntar en la consulta veterinaria

  • Si la citología respalda el tratamiento elegido.
  • Con qué frecuencia conviene limpiar y con qué producto.
  • Cómo monitorear respuesta y cuándo revaluar.
  • Si hay indicios de causa primaria (atopia, intolerancias, endocrinopatías) y cómo confirmarla.
Enlace copiado