Qué es la torsión gástrica y por qué es tan peligrosa
La dilatación-vólvulo gástrico (DVG), conocida como “torsión” o “bloat”, ocurre cuando el estómago se distiende con gas o alimento y, en muchos casos, rota sobre su eje.
Esa rotación corta el retorno venoso, compromete la irrigación de órganos y puede provocar shock. Sin tratamiento inmediato, la evolución puede ser fatal en pocas horas.
Razas gigantes, mayor riesgo
Los perros de pecho profundo y gran tamaño —Gran danés, Lebrel irlandés, San Bernardo, mastines— presentan un riesgo muy superior al promedio.

Lea más: Todo sobre el glaucoma en perros: señales de alerta y razas en riesgo
Estudios de grupos de investigación en Purdue University y publicaciones en Journal of the American Veterinary Medical Association han estimado para el gran danés un riesgo de por vida que puede rondar un tercio de la población, con mortalidad hospitalaria reportada entre 15% y 30% incluso con intervención.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
La edad avanzada, el antecedente familiar, el temperamento ansioso, comer rápido, una sola comida diaria y el gran volumen de ración aparecen entre los factores asociados.
Señales de alarma que no se pueden ignorar
- Abdomen distendido y tenso.
- Arcadas o intentos de vomitar sin producir contenido.
- Salivación excesiva, inquietud, dolor al tocar el abdomen.
- Respiración acelerada, encías pálidas, debilidad o colapso. Frente a estos signos, la indicación es acudir de inmediato a un servicio veterinario. El tiempo hasta la descompresión y la cirugía, si hay vólvulo, es determinante.
Lo que dice la evidencia sobre prevención
- Gastropexia profiláctica: el American College of Veterinary Surgeons indica que fijar el estómago a la pared abdominal reduce drásticamente la probabilidad de vólvulo (reportes superiores al 90% de reducción del riesgo). No evita la dilatación, pero sí la rotación, que es la fase más letal. Puede realizarse por técnica abierta, laparoscópica o asistida, y suele aprovecharse al momento de la castración en razas de alto riesgo.
- Manejo alimentario: fraccionar la ración en 2–3 comidas diarias, evitar la competencia por comida y los ejercicios intensos una hora antes y dos horas después de alimentarse. Los comederos antiansiedad o de “ingesta lenta” ayudan a disminuir la velocidad de consumo. El uso de platos elevados sigue siendo controvertido: algunos trabajos los vincularon con mayor riesgo en ciertas poblaciones; consultá con el veterinario según el caso.
- Dieta y suplementos: cambios bruscos de alimento y raciones con muy alta fermentabilidad pueden aumentar la producción de gas. Mantener una dieta de calidad, con transición gradual entre marcas o formulaciones, es una recomendación recurrente en la literatura.
- Estrés y entorno: el estrés agudo y las internaciones prolongadas se asociaron con mayor incidencia en estudios observacionales. Minimizar factores estresantes, establecer rutinas y enriquecer el ambiente colabora con la prevención.
Lea más: Cómo reconocer una torsión gástrica en perros: síntomas y acción inmediata
Cómo se trata cuando ocurre
El abordaje incluye estabilización con fluidos, descompresión gástrica y, en la mayoría de los casos con vólvulo, cirugía de urgencia con gastropexia.
La rapidez del tratamiento influye en la necesidad de resecar tejido necrótico y en el pronóstico. La monitorización de arritmias y la analgesia son pilares del posoperatorio.
Costos y acceso: planificar importa
La DVG es una de las emergencias quirúrgicas más costosas en medicina veterinaria.
En ciudades grandes, los presupuestos pueden ser significativos debido a internación, imágenes, cirugía y cuidados intensivos.
La gastropexia profiláctica, aunque tiene un costo inicial, suele ser menor que el de una cirugía de urgencia y reduce la probabilidad de un evento catastrófico. Considerá seguros o planes de prevención si están disponibles.
Qué podés hacer si convivís con un gran danés u otra raza gigante
- Conversá con el veterinario sobre la gastropexia profiláctica, idealmente cuando se planifica la castración.
- Observá hábitos de alimentación: fraccioná raciones, evitá la ingesta voraz y el ejercicio intenso alrededor de las comidas.
- Mantené un peso corporal saludable; la obesidad agrega riesgo anestésico y quirúrgico.
- Tené a mano el contacto de una guardia 24/7 y planificá el traslado.
- Si notás los signos clásicos —abdomen distendido, arcadas improductivas, dolor—, acudí sin demora: cada minuto cuenta.