Con la llegada de la primavera, el aumento de horas de luz y la subida de temperaturas activan un proceso natural en perros y gatos: la muda estacional.
Para muchos hogares, eso se traduce en mechones en el sofá, pelusas en los rincones y una batalla diaria con el rodillo quitapelusas.

Más allá del fastidio, gestionar bien la caída del pelo es una cuestión de bienestar animal e higiene doméstica. Estas son las claves para entender el fenómeno y mantenerlo bajo control.
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Por qué mudan y qué esperar
La muda responde a cambios hormonales desencadenados por la luz y la temperatura. En primavera, los animales sustituyen el manto invernal por uno más ligero.
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Razas de doble capa (como huskies, pastores o algunos mestizos) y gatos de pelo denso suelen soltar más cantidad, pero todos los peludos mudan en mayor o menor medida.
Es normal observar más pelo suelto durante varias semanas, siempre que la piel se vea sana y el animal no presente calvas, picor intenso o apatía.
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La rutina de cepillado, piedra angular
Cepillar no solo retira pelo muerto: estimula la piel, distribuye los aceites naturales y reduce la cantidad de pelo que acaba en alfombras y ropa.

En temporada alta, la mayoría de veterinarios y peluqueros recomiendan:
- Aumentar la frecuencia a diario o días alternos en razas de doble capa y gatos de pelo largo.
- Emplear herramientas adecuadas: cardas suaves para desenredar, peines metálicos para capas internas, y deslanadores específicos para subpelo. En pelajes rizados o de manto único, conviene priorizar peines y cepillos que no “arranquen” el rizo.
- Introducir el hábito con sesiones cortas y refuerzo positivo para evitar estrés, especialmente en gatos.
Si aparecen nudos, mejor deshacerlos con acondicionador en spray apto para mascotas y un peine, sin tirar de la piel.
Baños sí, pero bien planteados
El baño puede ayudar a soltar pelo muerto, pero en exceso deshidrata la piel. En primavera, una cadencia de 4 a 6 semanas suele ser suficiente para la mayoría.
Usá champús suaves, pH adaptado a perros o gatos, y aclare a fondo. Un secado meticuloso, idealmente con secador a temperatura templada y flujo moderado, facilita el cepillado posterior y reduce la dispersión de pelo por la casa.
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Alimentación y piel: lo que sale empieza por lo que entra
Un pelaje que cae “limpio” y en ciclo normal es señal de una piel bien nutrida. Dietas equilibradas, con proteínas de calidad y aporte de ácidos grasos omega-3 y omega-6, favorecen la barrera cutánea.
Consultá con el veterinario sobre la conveniencia de suplementos (como aceite de pescado) si hay opacidad del pelo, caspa o muda persistente. Hidratación constante y control de parásitos también marcan la diferencia.
Mantener la casa bajo control
La gestión ambiental reduce el impacto visual y respiratorio del pelo suelto:
- Aspirá con regularidad, priorizando camas, sofás y zócalos. Los robots ayudan a mantener a raya la “pelusa de esquina”, pero un aspirado profundo semanal sigue siendo necesario.
- Cubrí zonas de descanso con fundas lavables y cámbielas a menudo.
- Usá rodillos y guantes de silicona para retocar superficies textiles.
- Considerá purificadores de aire con filtros HEPA si hay personas alérgicas; ayudan a capturar pelo y caspa en suspensión.
- Lavá las camas y mantas de mascotas con agua caliente cuando sea posible, y secá completamente para evitar moho.
Señales de alerta: cuándo consultar
No toda caída de pelo es “muda”. Si observás calvas delimitadas, enrojecimiento, mal olor, rascado constante, piel grasosa o muy seca, o si la muda se prolonga de forma inusual, acudí al veterinario.
Alergias, parásitos, infecciones cutáneas o problemas endocrinos pueden estar detrás. En gatos, la autoacicalación excesiva también puede ser señal de estrés.
Perros vs. gatos: matices importantes
- Gatos: toleran mal cambios drásticos. Introducí el cepillado con paciencia y en momentos tranquilos. Los vómitos ocasionales de bolas de pelo pueden aumentar en primavera; facilitá su tránsito con malta felina o dietas con fibra, previa recomendación profesional.
- Perros: los de subpelo denso pueden requerir sesiones de “deslanado” en peluquería para soltar la capa interna sin dañar la externa. Evitá rapar razas de doble capa: esto sacrifica la función térmica y puede alterar el crecimiento.
Mitos y realidades
- Rapar no detiene la muda: el pelo seguirá cayendo y la piel queda desprotegida frente a sol y calor.
- Los “champús anticaída” no resuelven la muda estacional; su efecto, si lo hay, es cosmético y temporal.
- La muda no es idéntica en todos los climas: en viviendas con luz artificial y calefacción, algunos animales presentan mudas más suaves pero casi continuas.
Una temporada para cuidar y conectar
La primavera exige constancia, pero también ofrece una oportunidad: convertir el cuidado del pelaje en un momento de vínculo y revisión de la salud cutánea.
Con una rutina de cepillado adecuada, baños medidos, una buena base nutricional y una estrategia de limpieza en casa, la “nube” de pelo puede transformarse en algo manejable.
Y tu perro o gato, además de más cómodo, lucirá un manto sano para la temporada que comienza.