Primavera y pelaje: cómo cuidar a tu mascota durante la temporada de muda

Con la llegada de la primavera, la muda estacional en perros y gatos trae consigo retos y oportunidades. Comprender este proceso natural, sus causas y manejo es esencial para garantizar el bienestar animal y la higiene en el hogar.

Muda de pelos en perros.
Muda de pelos en perros.Shutterstock

Con la llegada de la primavera, el aumento de horas de luz y la subida de temperaturas activan un proceso natural en perros y gatos: la muda estacional.

Para muchos hogares, eso se traduce en mechones en el sofá, pelusas en los rincones y una batalla diaria con el rodillo quitapelusas.

Muda de pelos en perros.
Muda de pelos en perros.

Más allá del fastidio, gestionar bien la caída del pelo es una cuestión de bienestar animal e higiene doméstica. Estas son las claves para entender el fenómeno y mantenerlo bajo control.

Por qué mudan y qué esperar

La muda responde a cambios hormonales desencadenados por la luz y la temperatura. En primavera, los animales sustituyen el manto invernal por uno más ligero.

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Muda de pelos en perros.
Muda de pelos en perros.

Razas de doble capa (como huskies, pastores o algunos mestizos) y gatos de pelo denso suelen soltar más cantidad, pero todos los peludos mudan en mayor o menor medida.

Es normal observar más pelo suelto durante varias semanas, siempre que la piel se vea sana y el animal no presente calvas, picor intenso o apatía.

La rutina de cepillado, piedra angular

Cepillar no solo retira pelo muerto: estimula la piel, distribuye los aceites naturales y reduce la cantidad de pelo que acaba en alfombras y ropa.

Muda de pelos en perros.
Muda de pelos en perros.

En temporada alta, la mayoría de veterinarios y peluqueros recomiendan:

  • Aumentar la frecuencia a diario o días alternos en razas de doble capa y gatos de pelo largo.
  • Emplear herramientas adecuadas: cardas suaves para desenredar, peines metálicos para capas internas, y deslanadores específicos para subpelo. En pelajes rizados o de manto único, conviene priorizar peines y cepillos que no “arranquen” el rizo.
  • Introducir el hábito con sesiones cortas y refuerzo positivo para evitar estrés, especialmente en gatos.

Si aparecen nudos, mejor deshacerlos con acondicionador en spray apto para mascotas y un peine, sin tirar de la piel.

Baños sí, pero bien planteados

El baño puede ayudar a soltar pelo muerto, pero en exceso deshidrata la piel. En primavera, una cadencia de 4 a 6 semanas suele ser suficiente para la mayoría.

Usá champús suaves, pH adaptado a perros o gatos, y aclare a fondo. Un secado meticuloso, idealmente con secador a temperatura templada y flujo moderado, facilita el cepillado posterior y reduce la dispersión de pelo por la casa.

Alimentación y piel: lo que sale empieza por lo que entra

Un pelaje que cae “limpio” y en ciclo normal es señal de una piel bien nutrida. Dietas equilibradas, con proteínas de calidad y aporte de ácidos grasos omega-3 y omega-6, favorecen la barrera cutánea.

Consultá con el veterinario sobre la conveniencia de suplementos (como aceite de pescado) si hay opacidad del pelo, caspa o muda persistente. Hidratación constante y control de parásitos también marcan la diferencia.

Mantener la casa bajo control

La gestión ambiental reduce el impacto visual y respiratorio del pelo suelto:

  • Aspirá con regularidad, priorizando camas, sofás y zócalos. Los robots ayudan a mantener a raya la “pelusa de esquina”, pero un aspirado profundo semanal sigue siendo necesario.
  • Cubrí zonas de descanso con fundas lavables y cámbielas a menudo.
  • Usá rodillos y guantes de silicona para retocar superficies textiles.
  • Considerá purificadores de aire con filtros HEPA si hay personas alérgicas; ayudan a capturar pelo y caspa en suspensión.
  • Lavá las camas y mantas de mascotas con agua caliente cuando sea posible, y secá completamente para evitar moho.

Señales de alerta: cuándo consultar

No toda caída de pelo es “muda”. Si observás calvas delimitadas, enrojecimiento, mal olor, rascado constante, piel grasosa o muy seca, o si la muda se prolonga de forma inusual, acudí al veterinario.

Alergias, parásitos, infecciones cutáneas o problemas endocrinos pueden estar detrás. En gatos, la autoacicalación excesiva también puede ser señal de estrés.

Perros vs. gatos: matices importantes

  • Gatos: toleran mal cambios drásticos. Introducí el cepillado con paciencia y en momentos tranquilos. Los vómitos ocasionales de bolas de pelo pueden aumentar en primavera; facilitá su tránsito con malta felina o dietas con fibra, previa recomendación profesional.
  • Perros: los de subpelo denso pueden requerir sesiones de “deslanado” en peluquería para soltar la capa interna sin dañar la externa. Evitá rapar razas de doble capa: esto sacrifica la función térmica y puede alterar el crecimiento.

Mitos y realidades

  • Rapar no detiene la muda: el pelo seguirá cayendo y la piel queda desprotegida frente a sol y calor.
  • Los “champús anticaída” no resuelven la muda estacional; su efecto, si lo hay, es cosmético y temporal.
  • La muda no es idéntica en todos los climas: en viviendas con luz artificial y calefacción, algunos animales presentan mudas más suaves pero casi continuas.

Una temporada para cuidar y conectar

La primavera exige constancia, pero también ofrece una oportunidad: convertir el cuidado del pelaje en un momento de vínculo y revisión de la salud cutánea.

Con una rutina de cepillado adecuada, baños medidos, una buena base nutricional y una estrategia de limpieza en casa, la “nube” de pelo puede transformarse en algo manejable.

Y tu perro o gato, además de más cómodo, lucirá un manto sano para la temporada que comienza.

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