Corgi vs dachshund: dos perros de patas cortas con personalidades muy distintas

En el mundo canino, pocos contrastes resultan tan llamativos como el de dos razas unidas por su estatura y separadas por su carácter: el corgi y el dachshund. Ambos comparten el encanto de las patas cortas y un cuerpo alargado, pero sus orígenes, temperamentos y necesidades de cuidado presentan diferencias notables que pueden inclinar la balanza a la hora de elegir compañero.

Perros corgi y dachshund.
Perros corgi y dachshund.Shutterstock

Orígenes que explican su carácter

El corgi —en sus dos variedades, Pembroke y Cardigan— es un perro pastor originario de Gales. Históricamente se utilizó para arrear ganado, habilidad que exige atención, iniciativa y trabajo en equipo con humanos. Esa vocación pastoril se traduce hoy en un perro sociable, alerta y con alta predisposición al adiestramiento.

Mascotas con lateralidad.
Perro de la raza corgi.

El dachshund, también conocido como teckel o perro salchicha, nació en Alemania para la caza de madriguera, especialmente de tejones. Su trabajo requería valentía, independencia y persistencia. Eso explica su personalidad más obstinada y su tendencia a tomar decisiones por cuenta propia.

Dachshund o perro salchicha.
Dachshund o perro salchicha.

Aunque ambos son perros de compañía populares, sus instintos de base siguen vigentes.

Temperamento: del pastor colaborativo al cazador independiente

Perro de raza Corgi.
Perro de raza Corgi.
  • Corgi: suele mostrarse afectuoso, confiado y “participativo” en la vida familiar. Disfruta aprender trucos y responde bien al refuerzo positivo. Puede ser vocal y mantener una vigilancia activa del hogar, rasgo derivado de su instinto de pastoreo. En entornos con niños, su energía y sociabilidad funcionan bien, aunque conviene redirigir cualquier impulso de “arrear” personas.
  • Dachshund: carismático y audaz, tiende a ser más reservado con extraños y a demostrar un carácter fuerte. Su independencia demanda constancia en el adiestramiento y variación en los ejercicios para evitar el aburrimiento. Conserva instinto de presa, por lo que los paseos con correa y la socialización temprana son esenciales.

Tamaño, apariencia y energía

Ambas razas comparten extremidades cortas y lomo alargado, pero se diferencian en otras variables:

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  • El corgi, de talla pequeña a mediana, tiene un cuerpo robusto, pecho amplio y orejas erguidas. Su pelaje doble muda de forma estacional y requiere cepillado frecuente. La energía es alta: necesita actividad diaria, juegos de inteligencia y paseos regulares.
  • El dachshund presenta tres tipos de pelaje (liso, largo y duro) y dos tamaños principales (estándar y mini). Su silueta alargada es más marcada, y su agilidad sorprende en distancias cortas. Aunque puede vivir en espacios pequeños, necesita salidas constantes y retos olfativos para canalizar su instinto de caza.

Salud: cuidado de la espalda y control del peso

La morfología de ambos, especialmente en el dachshund, exige atención específica a la columna vertebral. Saltos desde muebles, subidas y bajadas de escaleras repetidas, y el sobrepeso incrementan el riesgo de lesiones. Rampas, ayudas para subir al sofá y evitar actividades de alto impacto son medidas recomendables.

Perro salchicha.
Perro salchicha.

En el corgi, además de la columna, deben vigilarse problemas articulares y el control de la muda para mantener la piel y el pelaje en buen estado.

En el dachshund, la prevención de la enfermedad del disco intervertebral es prioritaria, junto con el cuidado dental y el manejo del estrés, ya que algunos pueden ser sensibles a entornos muy ruidosos.

En ambos casos, una dieta equilibrada, chequeos veterinarios periódicos y ejercicio moderado y regular son pilares para una vida saludable.

Adiestramiento y socialización

  • Corgi: aprende rápido y disfruta el trabajo conjunto. Responde bien a sesiones cortas, coherentes y divertidas, con refuerzos como premios de alto valor o juego. Suele destacar en disciplinas como obediencia y agility de bajo impacto, siempre cuidando las articulaciones.
  • Dachshund: requiere paciencia y estrategias creativas. La constancia y la prevención de la frustración son clave. Juegos de olfato, “búsqueda del tesoro” y circuitos sencillos ayudan a motivarlo. El entrenamiento de llamado fiable y el control de impulsos desde cachorro marcan la diferencia en su convivencia.

La socialización temprana, exposición gradual a personas, sonidos y otros animales, y una gestión adecuada del entorno reducen conductas indeseadas en ambas razas.

Vida en apartamento o casa con jardín

Ambos pueden adaptarse a departamentos si reciben suficiente ejercicio y estimulación mental. El corgi, por su tendencia a vocalizar, puede requerir trabajo específico para evitar ladridos excesivos.

Perro de raza Corgi.
Perro de raza Corgi.

El dachshund, por su curiosidad olfativa, agradecerá paseos variados y enriquecimiento ambiental en casa (alfombras olfativas, juguetes interactivos, rotación de estímulos).

En casas con jardín, las vallas seguras son imprescindibles. El dachshund puede intentar excavar, un comportamiento natural que conviene canalizar con zonas designadas o juguetes adecuados.

Convivencia con niños y otros animales

El corgi suele integrarse bien en familias activas: disfruta de juegos supervisados y acepta rutinas. El dachshund, si bien cariñoso con los suyos, puede ser menos tolerante a manipulación brusca, por lo que las interacciones con niños pequeños deben ser siempre supervisadas y educadas.

Dachshund o perro salchicha.
Dachshund o perro salchicha.

Con otros animales, la presentación gradual es indispensable, especialmente en el caso del dachshund por su instinto de presa.

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