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Sin embargo, dijo que pudo haber sufrido un episodio de esquizofrenia mientras estaba en el escenario. El intérprete, identificado como Thamsanqa Jantjie, de 34 años de edad, dijo al Star, un diario de Johannesburgo, que comenzó a escuchar voces y a alucinar, lo que provocó que hiciese gestos sin sentido que indignaron a sordos de todo el mundo.
"No podía hacer nada. Estaba solo en una situación muy peligrosa. Traté de controlarme y no mostrar al mundo lo que estaba sucediendo. Lo siento mucho", dijo al diario. Jantjie añadió que desconocía lo que pudo haber desatado el ataque y dijo que tomaba medicación contra su esquizofrenia.
Millones de espectadores vieron el martes por televisión a Jantjie traduciendo al lenguaje de señas durante la ceremonia en honor de Mandela, a la que asistieron líderes de todo el mundo, pero la principal asociación de sordos de Sudáfrica lo acusó el miércoles de ser un farsante alegando que inventaba los signos.
Sin embargo, en una entrevista radiofónica, Jantjie dijo que estaba contento con su actuación en la ceremonia en recuerdo del héroe antiapartheid, que murió hace una semana a los 95 años.
"Desde luego, desde luego. Creo que he sido un campeón en el lenguaje de señas", dijo a Talk Radio 702. Esta controversia ha eclipsado la despedida de 10 días de Sudáfrica a Mandela, cuyos restos seguían por segundo día el jueves en el Union Buildings en Pretoria, donde juró como el primer presidente negro del país en 1994.
Las revelaciones sobre los gestos poco convencionales de Jantjie, con algunos expertos señalando que ni siquiera sabía gestos básicos como el de "gracias" o "Mandela", desataron la caza del misterioso intérprete el miércoles.
El Gobierno, responsable de la ceremonia, dijo que no tenía ni idea de quién era, como tampoco lo supo el partido gobernante Congreso Nacional Africano (ANC, por su sigla en inglés) aunque imágenes de dos grandes acontecimientos del ANC el año pasado lo muestran en escena junto al (presidente sudafricano) Zuma.
Jantjie dijo que trabajaba por una compañía llamada SA Interpreters que había sido contratada por el ANC para la ceremonia del martes, celebrada en el estadio Soccer City de Johannesburgo, con capacidad para 95.000 personas sentadas.