El Ministerio de Defensa ruso informó de que nueve aviones Antonov-12 y Antonov-26 de la aviación militar de transporte serán los encargados de “atacar” a las nubes para mejorar el desapacible clima, con lluvia y aguanieve, que se cierne sobre Moscú desde hoy, y conseguir que luzca el sol.
“Los vuelos tendrán lugar desde las 00:00 del día 9 y a lo largo de todo el día”, señalaron en el Ministerio.
Las tripulaciones, especialmente entrenadas para ese tipo de tareas, inyectarán productos químicos a las nubes para alejarlas de Moscú, desde alturas de entre 3.000 a 8.000 metros.
Las tecnologías para disolver las nubes son empleadas en Rusia tradicionalmente para mejorar el tiempo en las grandes festividades, especialmente el Día de la Victoria, el Día de la Ciudad y, más recientemente, el Día de Rusia.
La lluvia no ha dejado de caer sobre Moscú desde la pasada madrugada, y el pronóstico meteorológico para las próximas horas y mañana es de más lluvias, aguanieve y fuertes rachas de viento. Por ello, una vez más se recurrirá a la técnica para remediar los caprichos de la Naturaleza.
La tecnología de “sembrar” o “disparar” a las nubes se diseñó en la época soviética. El proceso de disolución de nubes se lleva a cabo a una distancia de entre 50 y 150 kilómetros del punto concreto en el que se quiere garantizar que hará buen tiempo.
En función del tipo de nubosidad, se utilizan distintos compuestos químicos, para lograr que las nubes que avancen sobre el cielo de Moscú estén ya “deshidratadas”.
Las nubes más potentes y que llevan más lluvia se bombardean con yoduro de plata.
Más de 10.000 soldados y un centenar de unidades de blindados y maquinaria bélica desfilarán mañana por la Plaza Roja en el tradicional desfile de la Victoria.