Los hechos sucedieron el lunes en el zoo Loro Parque de la isla de Tenerife, en el archipiélago de las Islas Canarias, un popular destino turístico español cercano a la costa africana.
“En un simulacro rutinario de la supuesta fuga de un animal de su recinto, un cuidador del equipo de mamíferos terrestres resultó ser alcanzado por el dardo tranquilizante que los veterinarios emplean en estos casos”, informó el zoo en un comunicado.
El hombre fue inmediatamente atendido por los equipos de emergencias y trasladado al Hospital Universitario de Canarias donde recibió el alta el miércoles.
“Se ha recuperado bien y actualmente se encuentra en buen estado de salud y agradece las manifestaciones de cariño y preocupación que le han hecho llegar”, prosigue el Loro Parque.
Una portavoz del centro negó la versión de un periódico local que decía que un veterinario había disparado al trabajador porque iba disfrazado de gorila.
“No estaba disfrazado ni tampoco el veterinario confundió a nadie. Fue un accidente”, dijo a la AFP en un comunicado.