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La cantidad de casos confirmados de COVID-19 en el país superó ayer la cifra de 1.000, además del jaque en que se puso a toda la comunidad por los contagios sin nexo y los contactos del militar que dio positivo a la enfermedad. Al respecto fue abordada la coordinadora interistitucional de diagnóstico, la Dra. Graciela Russomando, quien comentó que últimamente se han detectado altas cargas virales provenientes del exterior y que podrían diseminarse en la comunidad ante la imprudencia de algunas personas.
“Ayer, por ejemplo, hubo casos en Costanera pero con baja carga viral, no hubo algo muy detonante, pero sí hubo un albergue que, de 48 muestras, 39 eran de altísima carga viral, de Brasil. En grupo siempre son albergues; individual, 100% relacionado a estos casos que estamos discutiendo. Uno mira y evidentemente la trasmisión en ese sitio de contacto tiene que ver con este militar, que tiene alta carga viral”, referenció.
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“Por eso es que de alguna manera la carga viral hasta mide la trazabilidad, de dónde puede estar viniendo (el virus). Es una situación en un individuo infectado donde yo puedo recibir la infección y más o menos al quinto día de tener síntomas es cuando vos tenés el pico de infección. Durante semanas, antes de estos dos episodios, entre el 15 y 17 de mayo, hemos analizado 200 o 300 muestras por día en Costanera, en la Caminera, y ninguno tenía carga viral elevada y todos pudieron estar en el pico”, indicó, pero agregó que de repente apareció la carga viral alta, asociada a personas como el mencionado militar.
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“Lo que ahora tenemos que hacer es apagar un poquitito. Acá el sistema de vigilancia del ministerio es fundamental para poder investigar esos sitios, para que no se siga trasmitiendo esa carga”, aseveró.
En ese contexto, también señaló que el Ministerio de Salud debe rediseñar un protocolo para quienes custodian los albergues. “Primero porque el tema de albergue no se está usando mundialmente. Este rediseño paraguayo hay que diseñar hasta el custodio. A mí me parece una locura que se haya escapado una persona que haya estado custodiando a personas infectadas que dieron positivo, y eventualmente, si quiere su salida para descansar, debería seguir con el mismo grupo de gente. ‘Si yo soy custodio de un grupo, tengo que estar con él hasta que ese grupo salga, cuando el grupo salga, yo tengo que salir también’”, explicó.
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“No puede ser que ‘porque yo estoy cuidando no sea un caso sospechoso’. Si vos estás adentro custodiando, limpiando o atendiendo, quizás no entres en el concepto de migrante, pero estás en el mismo factor de riesgo, cualquiera puede infectarse”, enfatizó.
Por otra parte, comentó que, por ejemplo, ayer en el laboratorio donde se encuentra analizó 150 muestras que eran de Capiatá, de las cuales todas dieron negativo. Esto se hizo en base a un rastrillaje hecho por el Ministerio de Salud, justamente en busca de casos comunitarios.
“Acá hay que apuntar a dónde se está dirigiendo el diagnóstico en este momento. Nosotros estamos siguiendo un trabajo estratégico de investigación desarrollado por Sequera y el equipo de Vigilancia, en el cual estamos buscando dónde puede ser que haya casos que no sepamos, que estén escondidos y que estén ocurriendo y que ellos no sepan, entonces esta onda expansiva de diagnóstico se está dirigiendo a ellos”, contó.
En relación a los camioneros, atendiendo al caso positivo que vino de Chile y que actualmente se encuentra hospitalizado, apuntó a que son unos 700 que entran y salen diariamente al país. Estos se encargan de transportar cargas necesarias para que todo siga funcionando. “Si tenemos que tomarles 700 muestras por día, eso va a complicar un poco, pero nada es imposible. Nosotros estamos trabajando actualmente 17 horas”, afirmó.
En ese contexto, explicó que -a su parecer- el total de muestras que actualmente se pueden procesar en el país llega a 1.200, atendiendo a que para procesarlas se requiere de muchas horas de trabajo, equipo y personal.
Antecedentes
El militar mencionado, que estuvo custodiando un albergue, luego de dar negativo al primer test y no presentar síntomas, fue hasta la ciudad de San Roque González de Santa Cruz, donde visitó a sus familiares, el pasado 15 de mayo. El lunes 18 de mayo se presentó nuevamente en su unidad y el jueves 21 se le practicó la segunda prueba de COVID-19. Mientras tanto, lo enviaron a custodiar la Penitenciaría Regional de Ciudad del Este. El domingo 24, recibió el resultado positivo a la prueba.
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Cabe recordar también que la Dirección de Vigilancia de la Salud emitió una alerta epidemiológica por el aumento de los casos de circulación comunitaria en la primera semana de la fase 2 de la cuarentena inteligente. Ayer, la cantidad de positivos de COVID-19 llegó a 1.013, de los cuales 11 fallecieron y 498 lograron recuperarse.
Asimismo, el vecino Brasil llegó a 558.000 infectados y más de 31.000 muertes, cifras que preocupan a las autoridades nacionales, atendiendo a la cercanía de los territorios y la gran extensión de la frontera seca. Según datos extraoficiales, hay gente que diariamente sigue cruzando los límites nacionales a pesar de que las fronteras están cerradas desde el pasado 24 de marzo.