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Este jueves, la fiscala Natalia Fúster presentó un recurso de apelación especial en la causa contra el extitular del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), Justo Pastor Cárdenas, condenado a principios de abril a cuatro años de prisión por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.
La condena dictada por el Tribunal de Sentencia, que además absolvió a los hijos de Cárdenas imputados en la misma causa, es considerada insuficiente por la Fiscalía.
En su escrito de apelación, la fiscal Fúster argumenta que la condena de cuatro años es “una sentencia cuasi indulgente” que “priva arbitraria e irracionalmente al Estado Paraguayo de obtener la debida y plena protección respecto de la severa y dolosa lesión perpetrada a las funciones del estado y a la sociedad”.
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La fiscal señala que Cárdenas fue condenado por “haber aumentado su patrimonio de forma desmedida a través de la función pública, ejecutando ocultaciones a través de sus hijos y de su madre”, hechos probados en el juicio al que fue sometido, por lo que una condena tan leve como la dictada no tiene fundamento legal.
“El Ministerio Público sostiene que el tribunal de mérito omitió por completo realizar la determinación del marco penal aplicable, y que ello, tuvo como consecuencia que se establezca una pena que no coincide con el marco penal por la comisión de los hechos punibles de Enriquecimiento Ilícito y Lavado de Dinero”, agrega el texto.
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Cita también errores de aplicación de preceptos legales en la medición de la pena dictada.
Justo Pastor Cárdenas debe cumplir su sentencia de prisión en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú.
Sus hijos - Allan Israel Cárdenas Rodríguez, María Alexandra Cárdenas Pappalardo y Justo Pastor Cárdenas Pappalardo- también procesados en la causa, finalmente fueron absueltos por dudas.
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El tribunal resolvió también decomisar numerosos bienes de los procesados, entre ellos apartamentos, acciones de la empresa Agroindustrial Ganadera JPC S.A. por un valor de más de G. 600 millones; US$ 180.700 depositados en la cuenta de Elisa Núñez viuda de Cárdenas, madre del condenado, como acervo hereditario; y un inmueble ubicado en Loma Merlo, Luque, que figura como capital de acciones en la ganadera JPC S.A.