Cargando...
La contradicción se profundiza apenas descubrimos que el 81% de la energía que consume el país aún proviene de la biomasa, a pesar de que sus bosques se deslizan por la pendiente de la extinción, y de los derivados del petróleo, que importamos hasta el último litro, conjuntamente con los caprichos del mercado en el que se los cotiza.
El jingle “El mayor productor de energía limpia y renovable” comporta más de un mensaje, además de las pretendidas bondades de Itaipú y Yacyretá, en las que el Paraguay es copropietario por partes iguales, tanto e los territorios en los que fueron encajados, como de sus estructuras físicas y de su producto, que el aparato productivo de nuestro país crece en incuestionable armonía con la naturaleza.
Lea más: Gran cantidad de energía eléctrica, pero sin condiciones de usar
Las dos de cifras restantes del esquema de referencia, elaborado con cierto retraso por el Viceministerio de Minas y Energía (un año), revela que el 19% de electricidad es complementado en un 43% con energía elaborada con biomasa (básicamente leña y carbón vegetal), en tanto que el faltante 40% corresponde a los derivados del petróleo. El primero,una consecuencia de la incontrolable deforestación de las dos regiones del país y el segundo excesivamente contaminante desde el ángulo que se lo mire.
Mejoramiento mezquino
Si cotejamos estos porcentajes que el Viceministerio de Minas y Energía registró en 2020 con los del 2019, veremos que el mejoramiento del esquema, en un sentido integral, fue mezquino. En efecto, en lo concerniente al aprovechamiento de la esta extraordinaria riqueza que, en la práctica, seguimos obsequiando al Brasil y a la Argentina, comprobaremos que hubo un “mejoramiento” del 2%, (del 17% al 19%; en 2018 apenas alcanzaba el 18%.
En cuanto a la reducción del uso de los renglones destructivos y contaminantes, de acuerdo con el Balance Energético Nacional del Viceministerio de Minas y Energía, en el caso de la explotación de la biomasa se redujo en un 1% (del 43% a 42%) y de los derivados del petróleo, la merma fue igualmente insignificante, del (40% al 39%).
Lea más: Regalamos energía eléctrica