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Este lunes, María Cristina y Gregoria despertaron juntas, unidas tras el reencuentro, 49 años después de separarse. Madre e hija abrazadas y contenidas por el abrazo de Jorge, que acompañó a su mamá desde Buenos Aires para conocer también a su hermana mayor.
Hace 49 años, las fuerzas de las dificultades económicas, entre otras cosas, las separaron en algo que parecía para siempre, pero que afortunadamente ayer domingo tuvo un final feliz. El final con el que ambas siempre soñaron.
En 1973, Gregoria dio a luz a su primera hija, María Cristina, en Asunción, pero la situación económica la obligó a dejar nuestro país e ir a buscar mejores horizontes a Buenos Aires, Argentina. El padre biológico de María Cristina también buscó otros horizontes y ella se crió con sus abuelos paternos, como si fuesen sus verdaderos padres, en Coronel Oviedo.
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Toda la comunidad conocía la verdad, menos ella
María Cristina vivió mucho tiempo con esa historia, pero al crecer empezó a escuchar versiones sobre quiénes serían sus verdaderos padres y se dio cuenta de que todos conocían la verdad, menos ella.
Increpada por sus compañeros de colegio, le preguntó a quien creía su madre y ella le dijo que su verdadera madre la regaló. “Para mí fue un balde de agua fría y quedé totalmente traumatizada”, dijo en conversación con ABC.
Durante mucho tiempo, ese dolor y ese temor de conocer la verdad la acompañaron, asegura, pero al cumplir 21 años decidió enfrentar ese temor y buscó a su padre biológico, quien para su pesar le dijo que no supo nada más de su mamá, que desde que se fue a trabajar a Buenos Aires le perdió el rastro.
La verdad es, asegura su hermano Jorge, que su madre jamás descansó en su deseo de buscar a su hija, y hasta el padre biológico de Jorge hizo un viaje a Paraguay intentando encontrarla. “A nosotros mamá nos crió diciéndonos que nosotros teníamos una hermana mayor. Papá formó familia con ella sabiendo esa historia”.
Cuenta Jorge que “el deseo tan grande de mi papá de ver feliz a mi mamá que entre el 2007 y el 2008 viajó a Paraguay para buscar a Cristina, lastimosamente él falleció hace seis años sin poder verlas encontrarse. De parte de mis tíos acá en Paraguay también la buscaron y no la encontraron”, aseguró.
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Una madre dedicada a sus hijos y a su comunidad
Cuenta Jorge que el compromiso de Gregoria era tan pero tan grande que no bastaba con cuidarlos a ellos, se dedicó en cuerpo y alma a la comunidad de compatriotas que vive en Buenos Aires. “Mamá trabaja en la comunidad Nuestra Señora de Caacupé de Barracas, toda su vida trabajó ahí”.
“Es voluntaria en la iglesia que tiene su comedor a través del cual dan de comer a gente de la calle”, cuenta Jorge, quien junto a sus otras tres hermanas argentinas, aprendieron el ejemplo de su mamá de servir a los demás.
Gregoria es amiga del papa Francisco
A través de su labor con la comunidad de paraguayos en Buenos Aires conoció nada más nada menos que al entonces sacerdote argentino Jorge Bergoglio, hoy papa Francisco, con quien tiene una larguísima amistad y con quien trabajó muy de cerca con los compatriotas que viven en la capital argentina.
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La pandemia retrasó un poco el encuentro
Cuenta María Cristina que hace unos años se fue a vivir a Pedro Juan Caballero, pero su deseo de conocer a su mamá la acompañó hasta allá. Fue entonces cuando a través de una amiga se puso en contacto con el colega Marciano Candia, de Telefuturo y su historia fue contada en televisión.
“Esa misma noche me contactaron mis parientes desde Asunción, había sido todos estaban pendientes de mi búsqueda”, contó María Cristina a ABC.
“Lastimosamente por la pandemia y por las dificultades económicas nuestras no pudimos hacer ese encuentro hasta el día de ayer”, cuenta emocionada, señalando que tras ese primer abrazo, tras recibir la bendición de su mamá volvió a nacer.
En la Argentina cuenta que tiene 4 hermanos, 3 mujeres y el único varón, Jorge. Ahora le gustaría ir a conocer a sus hermanas que viven allá.
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Lograron unir a toda la familia en una gran fiesta
Tras muchos años de larga ausencia y distancia, la familia de María Cristina y Gregoria volvió a reunirse en una gran fiesta de celebración de este encuentro increíble.
Celebraron con asado, música y por sobre todo, muchísima alegría de haber unido a esta madre y su hija, que promete aprovechar el tiempo para poder disfrutar de su mamá.
