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Los temas a investigar giran en torno a cuestiones tales como disposición final de residuos; restauración de espacios públicos en barrios de relocalizados por la Entidad Binacional Yacyretá (EBY); métodos de construcción acuática y sus posibilidades económicas y medioambientales en la franja costera del río Paraná; neuroarquitectura aplicada en el diseño de un centro de formación académica para niños y niñas en el barro Santo Domingo de Encarnación; nueva estación de tren en General Artigas, entre otros.
De acuerdo a lo señalado por Cañete, doctor en Educación, quien trabaja en el diseño de un modelo de investigación al que denomina “Tape Meta Análisis”, su método busca “superar un concepto lineal de la educación”, y formar profesionales integrados, “y, fundamentalmente, comprometidos con la transformación del medio en que se desenvuelve, con miras al bien común”, apuntó.
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El objetivo es fundamentar la enseñanza desde un enfoque hermenéutico-interpretativo. Un sistema participativo con el fin de “despertar al estudiante hacia una realidad conectiva, dinámica, y que con su labor profesional pueda realizar aportes a la sociedad donde está situado”, afirma.
“La sociedad actual necesita efectivizar procesos democráticos con capacidad efectiva para superar el pensar funcional y mecanicista neoliberal preso en formalismos y reduccionismos”, afirma el docente, quien aboga por “una visión cultural amplia y dialogal como pilar indispensable para la evolución del sujeto humano, y de los grupos nutrientes de lo nuevo en la sociedad”.
“Tenemos en el país 63 o más universidades, entre públicas y privadas, tantas escuelas y colegios, está el Cones, el Conacyt, la Aneaes, el Ministerio de Educación y Ciencias, sin embargo, registramos altísimo analfabetismo y la mitad de la población en total pobreza”, sostuvo y cuestionó que “ante esa realidad la única respuesta es esa inercia lineal cognitiva, para seguir en más de lo mismo”.
Sostuvo el educador que esta es una experiencia en desarrollo con los estudiantes, buscando superar un déficit muy común en nuestro sistema educativo, en que los estudiantes llegan a la etapa de egreso y tienen que sustentar un trabajo final de grado, que es un inicio de investigación, “carentes de la preparación para ello”.
El método que plantea se inicia con la recopilación de publicaciones que fueron evaluadas en su calidad mediante el empleo de herramientas como las de Colin y Líkert y Prisma (métodos de validación de datos) para contar con resultados más sistemáticos, que tratan de transformar los datos cualitativos de los diferentes artículos elegidos a datos cuantitativos.
La propuesta es “aprender juntos, aunque sea mangoguýpe (debajo de la planta de mango), ayudados por estas herramientas que no llegaron a nuestro país, para interpretarla en profundidad, y a partir de ahí generar transformaciones elegidas por el equipo local, en beneficio del vecindario”.
Sostuvo que en general “la academia es muy conservadora, y se resiste a lo nuevo con presiones, reglamentos, pero los estudiantes que se despiertan ya defienden sus hallazgos porque la historia anterior quedó en punto cero”, afirmó.