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En el juicio oral y público al exministro del Interior Walter Bower y otros por supuesta tortura, que está a cargo del Tribunal de Sentencia, presidido por el juez Fabián Weisensee e integrado por Cándida Fleitas y Laura Ocampo, llamó este martes a declarar al testigo propuesto por el Ministerio Público y los querellantes adhesivos, el suboficial 1° Lorenzo Ramón Genes Marecos, quien prestaba servicio al momento de los hechos en la Agrupación de Seguridad de la Comandancia de la Policía Nacional.
El suboficial Lorenzo Génez relató que su primer encuentro con el exministro Walter Bower fue tras culminar su guardia del 18 de mayo del año 2000..
“Me disponía a disfrutar de mi día libre después de entregar mi guardia, pero recibimos la orden de que nadie sale. Nos ordenaron tener chaleco antibala, armas, para estar prestos”, relató el agente policial.
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Posteriormente rememoró que le ordenaron a él y otros suboficiales ir a formación, para luego salir en dirección a Mariscal López y San Martín, donde estuvieron montando guardia por alrededor de una hora. De ahí, luego fueron hasta la Plaza de la Democracia, frente al Hotel Guaraní, donde “vemos camaradas nuestros que corren y dicen que hay golpe de estado. Entonces, nosotros decidimos bajarnos del vehículo porque estaba en descampado y nos escondimos en el subsuelo”.
Más adelante dijo que vinieron más camaradas suyos hasta donde estaban “y nos dicen que hay golpe de Estado. Nos dicen ¡ñakañy! ¡ñakañy! Y después ya vienen agentes de la FOPE, encabezados por el exministro Walter Bower, y nos preguntaron si éramos amigos o subversivos, después ya nos pusieron boca abajo”. Luego, acompañaron a la comitiva hasta el cuartel central y a las 6:30 el comisario Vázquez dispuso que Genes y otros más vayan hasta la comisaría 11° para una declaración informativa.
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Maniatados, golpeados y amenazados para confesar
El suboficial Lorenzo Génes contó que él, así como sus camaradas Rafael Sosa, Ricardo Báez y Fabián Ojeda, fueron trasladados desde la Comandancia, en un camioncito, escoltados por una patrullera hasta la comisaría 11°. Ahí, el comisario Basilio Pavón (fallecido) les ordenó que se quitaran el cinturón con el arma reglamentaria. Luego, les tomaron sus datos y fueron guiados por un pasillo hasta la parte trasera de la sede.
Según declaró Génes, el policía Osvaldo Vera les gritó “¡pende tavy! (fueron locos)” y luego fueron maniatados con funda de colchones. “No sabíamos qué es lo que pasaba y en eso Vera destroza como delincuente mi uniforme. Me quita a la fuerza y me maniata su camarada. Después nos meten en una pieza, el subcomisario Merardo Palacios nos ponen hoja de diario por los ojos con cinta de embalajae”.
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Relató Genes que uno a uno fueron entrando a una piecita y él fue el primero. Al ingresar, según recordó, recibió una patada por las piernas y quedó de rodillas, luego acusó otra patada por la espalda lo que provocó que quede boca abajo en el suelo.
“Ahí me preguntaron cuántos dólares recibí, quién ordenó el golpe. El señor Osvaldo Vera golpeaba en cada pregunta”, resaltó.
“Me decían aní ndevyro, porque 30 a 35 años de cárcel re’uta. Enombrata ñandeve Chamorro, Vázquez (que jefe de la agrupación de Orden y Seguridad). Querían que le complique a algunas personas, ya que no mencionaba a nadie. Yo les respondí ani pehuga cherehe, che inocente.. Nde ape emanota, eso me decía el Comisario Pavón, que hacía la pregunta”, agregó.
El testigo dijo que más tarde, el subcomisario Merardo Palacios “me mete una bolsa de hule por la cabeza como una forma para que reflexione, para que yo hable. “Che inocente” le dije. Ahí Palacios me dio 15 golpes más o menos, ahí rompió por mi pierna una tonfa de madera. A 16:00 horas fuimos sacados de ahí, acompañados por el subcomisario Palacios y el oficial Osvaldo Vera, escoltados por varios vehículos hasta la Agrupación donde quedamos detenidos desde ese momento como golpistas”, dijo el testigo.
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“Son cosas del fútbol”, les instruyó ministro Walter Bower por signos de tortura, afirmó testigo
“Pasamos la noche, la primera, la segunda noche. Estuve una semana preso y, ese último día viene un comandante del cuartel y me dice que prepare mis cosas y me dice que voy a salir en libertad. Le digo que no tiene nada que retirar y que iba a salir con mis camaradas. Se fue y a la vuelta les sacó y nos puso en una oficina”., recordó el l suboficial 1° Lorenzo Genes al referirse a lo que vivieron él y sus demás camaradas.
De acuerdo con el relato de la víctima, su camarada Rafael Sosa consiguió un celular y le avisó a su familia que fue torturado y estuvo preso. “Después no sé cómo se enteró y apareció nuevamente el comsiario Humberto Nuñez (jefe de la Agrupación Especializada) y dijo que nos estábamos salvando de 20 a 30 años de cárcel, y nos dijo ani pende vyro”.
Posteriormente, siempre según el relato del policía víctima de tortura, apareció en el lugar el entonces ministro del Interior Walter Bower y Genes junto con los demás le fueron presentados. “Cuando dicen Genes, él me dice nde la liberal’i y le respondí que no tenía política, no tenía partido y que no es liberal”.
Luego de todo ello, el ex ministro del Interior hoy enjuiciado Walter Bower les instruyó a que “cualquier cosa si preguntaban, digan que son cosas del fútbol. Ahora tienen la oportunidad de buscar a los comisarios Cáceres y López, para desquitarse de esto que les pasó”.
Reiteró Genes que los hicieron pasar a la FOPE, donde Bower les indicó que “cualquier cosa si nos preguntan cómo fuimos lastimados, que digamos que fue jugando fútbol”.
Después de un almuerzo, fueron llevados al Cuartel General y de ahí al Ministerio del Interior, donde el ministro Bower nuevamente les manifestó “opama koa. Terminó esto. Esto les va a hacer más fuerte. Después nos fuimos a nuestras casas, escoltados desde una distancia prudencial”.
Fue sacado de la Policía con sumario de 24 horas
A su turno, otro testigo el comisario en situación de retiro Antonio Gamarra, realtó que “el 18 de mayo del año 2000, hubo intento de golpe de estado. Tuve conocimiento desde antes porque ya corrían rumores, y ya mucha gente conocía eso. En ese entonces yo trabajaba en un equipo que buscaba al señor Lino Oviedo, que estaba prófugo en ese entonces”.
“Esa noche fui a San Martín y Mariscal López, en mi vehículo. Alguien me acompañó, pero no recuerdo quién. Estuvimos ahí pero no pasó nada. Había movimiento normal, al final regresé al Cuartel Central, y los que estaban ahí fueron capturados y aprehendidos. Al día siguiente fuimos a Foz de Yguazú, porque teníamos información de que Oviedo estaba ahí”, relató Gamarra.
Durante la ida me informaron de que me tenía que presentar en Investigaciones de Delitos y me fui el 20 de mayo. “Ahí me recibieron el subjefe comisario Gilberto Silva, y Segundo Cantero ya jubilado. Me deribaron a la comisaría 11° y ahí quedé a cargo del comisario Basilio Pavón, donde me preguntaron muchas cosas, me maniataron y me hicieron sentar en una silla”.
“Me preguntaron si tenía participación en el golpe, les dije lo que estaba haciendo, pero al parecer no estaban conformes lo que les manifesté. Después el comsiario Pavón hizo una llamada, y lo que alcance a escuchar fue que dijo ‘señor ministro’. Luego de eso me llevaron atrás, en lo que sería la Ayudantía y se fue conmigo el oficial Vera”, siguió con su relato.
Más tarde “le trajeron a Jorge López, también atado, con los ojos inflamados, y con los pies hinchados, descalsos, y se notaba que no podía pararse porque le dolía, y cuando daba unos pasos sangraba”. Agregó Gamarra que luego de estar en Investigaciones quedó detenido por un mes y, tras un sumario de menos de 24 horas fue dado de baja y que solamente pudo volver a las filas policiales tras la salida de Bower.
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Se negó a torturar a camaradas y fue obligado a mirar “castigos”
El policía Juan Escurra, quien al momento de registrarse los hechos de tortura prestaba servicios en la comisaría 11°, relató que en dicha sede se llevaban a oficiales y suboficiales donde eran sometidos a golpes bajo instrucción del juzgado comisario Basilio Pavón, con la participación del subcomisario Merardo Palacios y el oficial Osvaldo Vera.
Ante la consulta de Tribunal de Sentencia sobre si la noche del 19 de mayo estuvo de guardia, Escurra respondió que tuvo día libre y que tomó su guardia el 20 de mayo a las 7:00.
Escurra detalló que “en el despacho del jefe de comisaría, uno a uno se les sometía a golpes, estando boca abajo. Se les golpeaba en presencia del comisario Basilio Pavón. Él dirigía todo”.
En otro momento el policía que declaró en carácter de testigo relató que el comisario Pavón le indicó que hay una orden superior para que le “castigue” a unos policías que iban a ser llevados. “Me negué porque no es lo correcto. Era para sacarle información, no me gustó, no me correspondía por ley y yo le dije así. Entonces me quedé en situación de detenido, en el despacho, sentado a un costado”.
En otro momento Escurra refirió que permaneció detenido en la comisaría desde las 8:00 hasta las 16:00, y luego fue llevado a la Agrupación Especializada donde estuvo preso por un mes.
Escurra indicó que el primero en entrar al despacho fue el subcomisario Emilio López, al que se le preguntó sobre la tentativa de golpe de estado, quiénes eran los involucrados y respondió que no sabía. Le estaban pegando por la planta de los pies, mientras estaba vendado con hoja de papel de oficio por los ojos con cinta de embalaje, boca abajo y maniatado, según refirió.
Aclaró más adelante que los golpes se hacían con guacha y tonfa que era de madera y también de fibra de vidrio, pero para el castigo al subcomisario López se utilizó este último, también se usaba la cachiporra que está hecha de goma. El testigo relató que todos los instrumentos mencionados estaban dispuestos sobre el escritorio del comisario Pavón.
A “Jorge López se le pegó más, a Genes y a Sosa se tomó a título personal porque eran de su valle y decía que que sus parientes le comían su vaca”, relató con relación a Pavón sobre esta última parte. En tal sentido detalló que el comisario “Pavón hacía las preguntas, siempre, y Vera y Palacios se encargaban de vendar los ojos”, manifestó.
Testigo vio a policías golpeados en la Agrupación
El comisario principal Víctor Cogliolo González también prestó declaración durante la jornada de juicio y detalló que se dio por entregado, con acompañamiento de un abogado, en la Agrupación Especializada. La decisión la había tomado, luego de que se haya allanado su domicilio y según comentó, supo que era con fines de tomarlo para torturarlo.
Cogliolo manifestó que supo que en la Agrupación Especializada estaba preso el subcomisario Jorge López a quien llegó a ver en el lugar, en una pieza. “Ahí lo vi en estado calamitoso, con hematomas en la espalda, las prendas rasgadas. Bastante golpeado”, manifestó el testigo al Tribunal de Sentencia.
En otro momento, el exjefe policial señaló que también vio a otros personales policiales detnidos con rastros de haber sido golpeados.
El comisario principal Higinio Pérez, que prestaba servicios en Bienestar Policía, manifestó en su declaración que hubo muchas torturas en la marina y también en la comisaría 11°, en el mes de mayo del año 2000, según los comentarios que escuchó durante su detención en la Agrupación Especializada.
Pérez manifestó que fue detenido el 18 de mayo, y ese día llegó el entonces ministro Walter Bower con una metralleta al hombro, en la oficina de guardia. “Ahí quiso jugarme con el tubo cañón del arma, pero le atajó de la camisa el comandante de la Agrupación Humberto Núñez”, refirió el testigo.
El 20 de mayo, a la tarde, fue llevado esposado hasta el patio de la Agrupación Especializada donde le esperaba el juzgado Walter Bower y cuando Pérez le dirigió la palabra, el entonces ministro de Interior le respondió: “con usted no quiero hablar, de usted tengo asco”, para luego ordenar que lo hagan trotar por el circuito de la cancha.