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El pasado 25 de octubre, pobladores de Belén, distrito de Tacuaras; Potrero Pirú, distrito de Guazu Cuá; y Ciervo Blanco, Laguna Itá y Otazú, del distrito de San Juan Bautista de Ñeembucú, se manifestaron en el kilómetro 30 de la ruta PY19, en el cruce de San Juan de Ñeembucú. Allí exigieron a gritos mejores condiciones para los caminos rurales de la zona.
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Ese mismo día, los dirigentes de cada compañía se reunieron en el despacho del gobernador de Ñeembucú, Víctor Hugo Fornerón (ANR), quien asumió el compromiso de reparar los caminos. Sin embargo, advirtió que no cuenta con suficientes maquinarias para atender la demanda.
Un mes después de la protesta, la situación permanece igual, principalmente en Ciervo Blanco, Laguna Itá y Otazú. Los puentes de madera están en pésimas condiciones, y los caminos, en un estado calamitoso. La falta de mantenimiento afecta gravemente a los pobladores, especialmente a los productores agropecuarios.
Recientemente, grandes camiones de transporte de ganado quedaron varados en una zona intransitable. La situación se resolvió únicamente con la ayuda de dos tractores pertenecientes a un establecimiento ganadero, lo que evidenció la falta de apoyo del Estado.
La profesora Noemí López, pobladora de la compañía de Laguna Itá, lamentó la falta de avances en el compromiso asumido por el Ejecutivo departamental.
”Lastimosamente, no ingresó ni una maquinaria. Cada vez que pregunto al gobernador, me dice que están esperando las maquinarias. No me da una respuesta clara, no me dice sí, tampoco me dice no, pero lo cierto es que seguimos esperando”, expresó.
Los pobladores de la zona piden al gobernador, Víctor Hugo Fornerón, que busque ayuda con otros entes del Estado a fin de acelerar el mejoramiento de los caminos antes de que ingrese la temporada de lluvias. De lo contrario, les espera un aislamiento por largo tiempo.
El problema de los caminos rurales en Ñeembucú es histórico. Ninguna administración de gobiernos anteriores se ha animado a mejorar la infraestructura vial en estas comunidades. Mientras tanto, cientos de paraguayos siguen enfrentando el aislamiento, especialmente agricultores, ganaderos y comerciantes que dependen de caminos de todo tiempo.
Si bien la construcción de las rutas PY04 y PY19 representa un alivio parcial, muchas comunidades aún se encuentran postergadas a pesar de ser destinos turísticos.
Distritos como Humaitá, Paso de Patria, Mayor Martínez, Cerrito, Laureles, Villalbín, Desmochados y Tacuaras, en su mayoría sitios históricos y turísticos, permanecen aislados, olvidados y sumidos en el abandono.