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Se acercan las fiestas de fin de año y, como es habitual en Paraguay, los fuegos artificiales y la pirotecnia comienzan a generar preocupación entre los padres de niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA), que critican la ausencia del Estado para cumplir con los derechos de las personas con discapacidad.
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Lo que para muchos es un escenario de disfrute, para otros, como es el caso de los niños con TEA, es una pesadilla. Cada persona con espectro autista es distinta, pero los médicos describen el TEA como una serie de problemas de índole neurológico, que genera trastornos y que afecta seriamente la capacidad del ser humano de entender el mundo y las interacciones sociales.
“El ruido de la pirotecnia les molesta muchísimo por la hipersensibilidad auditiva, por ello algunos utilizan audífonos especiales”, indicó Tania Castagnino, psicopedagoga del Centro de Medicina Física y Rehabilitación (CESI), del Instituto de Previsión Social (IPS).
Juegos pirotécnicos: consejos especiales
La especialista aconseja que en caso de no contar con auriculares especiales, se deben utilizar los auriculares normales (de escuchar música) y, en los momentos de mayor estruendo a causa de los juegos pirotécnicos, incluso se puede escuchar una música suave.
“También se le puede dar al niño algún regulador que la familia sepa que lo ayuda en caso de ataques de ansiedad, como un juguete u objeto de apego”, explicó la experta.
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La psicopedagoga expresó que cada familia conoce cómo acompañar al niño durante estas fechas, en que la pirotecnia es utilizada casi cada noche. Sugirió conversar con el niño y planificar la celebración de las fiestas con anticipación, sin olvidar que cada niño o niña es único y diferente.
Algunas orientaciones claves:
- Asignarles actividades específicas al adornar el hogar que utilicen sus colores favoritos.
- Ayudar con la organización de la mesa navideña con supervisión de un adulto. Por ejemplo, ordenar las servilletas o cubiertos no punzantes.
- Comentarles previamente acerca de la participación de invitados que no sean tan cercanos al círculo familiar cotidiano.
- Brindarles un ambiente seguro con sus canciones favoritas, imágenes como dibujos animados.
- Compartir con ellos los materiales lúdicos como pintar, colorear, armar bloques, unir letras, identificar animales mediante láminas y otros.
“Un aspecto fundamental es que antes de la medianoche dialoguemos con ellos acerca de los estruendos de la pirotecnia, darles un abrazo o una palmada en la espalda. En lo posible no gritar o causar alboroto a su alrededor, ya que eso genera un ambiente de angustia para muchos niños con esta condición”, afirmó la especialista.