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Un grupo de vecinos del barrio Mburucuyá de Asunción denunció ante la Junta Municipal que la Intendencia, a cargo de Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR- cartista), autorizó la tala de 70 árboles de la plaza Mártires de la Policía Nacional, ubicada sobre la calle Julio Correa. El hecho habría ocurrido el pasado lunes 13 de enero, fecha en la que amanecieron con los árboles ya derribados.
Ante los concejales de Asunción, Jorge Paredes, vocero de los denunciantes, dijo que al consultar con los responsables de los trabajos de derribo, una empresa privada, se les dijo que contaban con la autorización de la Municipalidad y que la intención era eliminar árboles de especies exóticas y que en su reemplazo plantarán 390 plantines de especies nativas.
Según la información a la que accedieron los vecinos a partir de la ingeniera forestal Natalia Ferreira, asesora de la empresa privada, la suplantación de árboles exóticos por 390 árboles nativos sería una medida de compensación de la empresa Fuelpar SA, que pretende construir una estación de servicio sobre la avenida Santísima Trinidad y Teniente Coronel Cirilo Gill, a menos de un kilómetro de la plaza, donde se pretende el derribo de otros 39 árboles, con lo que el daño superaría a 109 árboles.
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El reclamo de los vecinos es por la destrucción de la cobertura arbórea de su espacio público, con el agravante de la falta de espacio para el cumplimiento de la compensación. A esto se suma la falta de garantías de mantenimiento de estos nuevos árboles.
“Esos plantines no se comparan con lo que teníamos con nuestra arbolada que nos proveía sombra, confort térmico y también las raíces que prevenían las inundaciones. No sabemos en cuánto tiempo esos árboles van a crecer, porque ellos van a plantar y nada más”, dijo Paredes, con el agravante de que el espacio ya había sido producto de una reforestación anterior.
No quieren más estaciones de servicio
La principal objeción de los vecinos es que ni siquiera fueron consultados para la medida. “Somos más de cincuenta vecinos que presentamos esta nota y nos preguntamos qué pasa con nuestros árboles que nos echaron sin ningún consentimiento. La ley y la ordenanza del arbolado urbano dice que la Municipalidad puede derribar árboles en una plaza, pero previo consentimiento de los vecinos y con el informe de un profesional que justifique el derribo”, dijo Paredes.
Los denunciantes señalan que ninguna de las comisiones vecinales de los barrios Mburucuyá, Santísima Trinidad, Villa Guaraní, Madame Lynch fueron siquiera informados al respecto del derribo. “Nosotros no queremos una estación de servicio más y queremos saber si las medidas de compensación son reales o no”, remarcó.
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Con respecto a lo que esperan de la Municipalidad, el vocero de los vecinos dijo que lo que quieren es “que se pare la construcción de esa estación de servicio hasta que se compensen los 70 árboles (derribados), como dice la ley o realizando una priorización de las necesidades sociales y ambientales del barrio”.
“Nosotros no queremos que la Municipalidad siga dando permisos para una estación de servicio en frente a otra, eso no necesita la ciudad de Asunción”, dijo al tiempo de contar que en poco más de un kilómetro a la redonda hay alrededor de ocho. Además, Paredes dijo que son varias las organizaciones vecinales que se sumaron a la lucha, como los del Parque Pavetti, la plaza Mburucuyá, de los bosques de San Vicente y Las Mercedes, así como los vecinos de Isla de Francia.
Árboles son un peligro, dicen desde la Municipalidad
Desde la Dirección General de Gestión Ambiental, la ingeniera Esther Alvarenga dijo a ABC que los árboles derribados corresponden a la especie Leucaena, que “está catalogada como invasiva, dañina y peligrosa por la ‘sociedad internacional de la naturaleza’. Esta especie fue traída hace cuarenta años para forraje en Chaco, pero como es tan fértil, tiene semillas y es de fácil germinación, sale por todos lados”, dijo.
La ingeniera explicó que esta especie tiende a ocupar los espacios libres. “Nuestros árboles nativos son de crecimiento muy lento. Ellos crecen en seis años apenas un metro y medio a dos, pero el otro en dos años ya es un árbol gigante que empieza a producir semillas desde que tienen un metro”, agregó.
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“Nosotros tenemos gravísimos problemas con esta especie, porque ya invadió la bahía y las plazas de Asunción. Tenemos el arroyo Mburicaó plagado de leucaenas porque el agua y el viento llevan sus semillas y salen por todos lados, volviéndose incontrolable en este momento y ocupa el lugar de los árboles nativos, que van terminando”, dijo Alvarenga.
Tras la presentación de la denuncia ante la Junta Municipal, los concejales aprobaron convocar para la próxima sesión ordinaria a la directora general de Gestión Ambiental, Cinthia Guerreño, para brindar más detalles sobre el caso.