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Una joven de 21 años denunció ante el Ministerio Público una supuesta negligencia médica que provocó la pérdida de su bebé. Según mencionaron sus familiares, en un principio los médicos la atendieron, pero ignoraron los resultados de estudios que alertaban sobre la necesidad de una cesárea de urgencia, lo que habría derivado en la muerte de la beba antes del nacimiento.
Según el relato de los denunciantes, la joven acudió en reiteradas ocasiones al hospital debido a molestias y disminución de movimientos fetales. Sin embargo, los médicos le indicaron que aún no era el momento del parto y no accedieron a realizar la cesárea. Ante la falta de respuestas, la familia optó por realizar estudios en un centro privado, donde confirmaron que la criatura ya no tenía latidos.
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Tras el trágico desenlace, los familiares acudieron a la Fiscalía para exigir una autopsia del cuerpo de la recién nacida y esclarecer si el fallecimiento se debió a causas naturales o a una presunta mala praxis del personal de salud. La Fiscalía ya ha solicitado el informe forense, además de retirar todos los documentos médicos que registran la evolución del embarazo y la atención brindada en el IPS.

Por su parte, la jefa médica del hospital, Dra. Edith Rolón, defendió el actuar del personal sanitario y aseguró que se siguieron todos los protocolos establecidos. Explicó que la paciente fue sometida a estudios que inicialmente mostraron un estado fetal óptimo y que, tras un posterior sangrado reportado por la madre, se le realizaron nuevas evaluaciones.
Sin embargo, la especialista indicó que el sangrado no se comprobó en la revisión médica y que, cuando el diagnóstico cambió, se ordenó el traslado de la paciente, pero los familiares se negaron.
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Finalmente, la madre fue sometida a una cesárea de emergencia en el hospital, pero la beba nació sin signos de vida. La Dra. Rolón también enfatizó que se trataba de un embarazo de alto riesgo y que el equipo de obstetricia y ginecología actuó conforme a los protocolos.
Mientras se aguardan los resultados de la autopsia, la familia de la joven mantiene su denuncia y exige justicia, sosteniendo que hubo una grave negligencia médica que pudo haberse evitado con una intervención oportuna.